『 Prólogo 』

211 16 2
                                    

Torger Christian Wolff alguien que con su solo nombre ya imponía, pero que con su presencia hacia una combinación perfecta

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Torger Christian Wolff alguien que con su solo nombre ya imponía, pero que con su presencia hacia una combinación perfecta.

Un hombre castaño y de ojos marrones tan penetrantes que con solo una mirada podías sentirte intimidado, una altura que no pasaba desapercibido logrando que su presencia imponga autoridad, un porte que denota elegancia y liderazgo, y una voz que podía pasar de la más intimidante a la más suave y sensual.

Aunque no solo su físico gritaba autoridad, su forma de ser también lo hacía, con su gran inteligencia, su determinación, astucia y ambición logró llegar a donde ahora esta. Siendo un hombre con gran adquisición económica, director ejecutivo y accionista de Mercedes-Benz en Fórmula 1.

¿Pero realmente siempre fue así? Torger o más conocido como Toto ¿siempre estuvo destinado para esto?

La verdad, sí. Desde antes de su nacimiento, en su destino estaba escrito que sería alguien brillante, una persona con grandes cosas por alcanzar y cuando llego a este mundo así fue, pero algo pasó. Algo más llego con él, algo que no estaba previsto y que venía junto a esa mente prodigiosa.

Memoria Fotográfica. Eso venía incluido en él, pero entonces... ¿qué se espera de un niño que ya era brillante y además tiene una habilidad tan prodigiosa?

Y mejor aún ¿sin esa habilidad realmente habría sido tan extraordinario?

Claro que lo habría sido, solo que con esto podría conseguir sus metas con más facilidad, pero eso a Torger nunca le importo, pues desde pequeño usó esa habilidad para algo más que lo académico. La usó para recordar aquello que más le interesaba.

Guardaba con gran detalle los recuerdos de su madre, aquellos ojos azulados qué siempre lo miraron con amor, aquella sonrisa que siempre le transmitía seguridad, y sus manos suaves que eran como tocar la más finas de las sedas.

Y cuando creció le ayudo a recordar a aquel hombre al cual admiraba en gran media, al que le tenía un gran amor, y que el cáncer le arrebato dejando al joven Wolff devastado. Su padre fue quien siempre lo guió a seguir sus metas, y nunca ser alguien conformista.

Recuerda con gran claridad y detalle sus ojos marrones, su cabello castaño, ese porte que demostraba seguridad, sus gestos a la hora de expresarse, la sonrisa de orgullo y amor que siempre le dedicaba a él, y aquellos firmes brazos qué siempre lo envolvían en un abrazo paternal como solo él sabía dar.

Para Torger su padre fue figura de admiración y una guía de vida. Alguien de quien ahora guarda un perfecto recuerdo difícil de olvidar.

Pero un día alguien más llego para ocupar un lugar en su mente y haciendo que su memoria fotográfica trabajará en recordar a la perfección cada detalle de aquella persona que estaría en sus recuerdos para el resto de su vida.

Su memoria trabaja en recordar de manera perfecta a Christian Edward Johnston Horner.

Su memoria trabaja en recordar de manera perfecta a Christian Edward Johnston Horner

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝐌𝐄𝐌𝐎𝐑𝐈𝐀 𝐅𝐎𝐓𝐎𝐆𝐑Á𝐅𝐈𝐂𝐀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora