La historia de un chico que encuentra un gusto por la música.
___________________________
toda imagen, video o audio que se use en la historia no es mío, créditos a sus respectivos autores.
Aún recuerdo el dolor, recuerdo que caí al piso y de la nada todo estaba en negro. Ni las luces del ring vi, ni la gente gritando escuché. Pero el dolor estaba ahí. Sobreviví de suerte y me dijeron que con las lesiones que tenía debería haber muerto. Recuerdo ese sentimiento, impotencia de no poder volver a luchar, el resentimiento hacia aquel que me quitó lo que me hacía sentir vivo, la impotencia de no poder gritar por qué mis cuerdas vocales estaban dañadas. No quería renunciar, hace una semana había peleado por el título de peso medio. Pero ahora estaba postrado en una cama de hospital sin poder hablar y con la rodilla hecha trizas.
Aborrecimiento hacia él, odio a mi mismo, impotencia, dolor, coraje, resentimiento, dolor, tristeza, dolor dolor dolor...
El siguió combatiendo por el título, defendía solo mejor que nunca.
Pero solo podía pensar en que hacer cuando me den de alta.
• • • • •
• • • • •
• • • • •
- ¿Despertaste?... Para haber sido un boxeador eres todo un vago eh. - la luz me dejó ciego. Estaba en el sofá de NaoNao. - ¡Bien, despertaste! En un segundo ya tendré la comida hecha así que levántate. - Dijo mientras se ajustaba el delantal.
Me levanté del sofá con un dolor de espalda tremendo y estiré, caminé hacia la cocina por el pequeño pasillo hasta oler algo tostado, era pan. - Invité a Emi para que coma con nosotros. - Agarró de la heladera mermelada y la mantequera. - ¿Va a venir con ésta lluvia?... - Un tifón cambió de trayectoria y ahora pasaba por encima del país, se estaba inundando parte de la calle, pero no molestaba mucho. - La lluvia no es problema para un macho pecho peludo espalda plateada lomo de elefante como él. - Dijo - Hasta yo tenía frío si me tiraba a la piscina en pleno invierno... - Respondí. - mejor me voy a lavar la cara, tengo que arreglarme.
Fuí para el baño a lavarme la cara, me cepille los dientes y busqué la mucosa de ropa de ayer.
Ayer habíamos ido a caminar por la noche como siempre, pero recordamos lo del tifón y tuve que quedarme a dormir en la casa de NaoNao.
NaoNao, la chica con... la que salgo, no tiene suficiente confianza conmigo como para que duerma incluso en el piso de su habitación, así que tuve que venir al sofá.
Me duele la espalda y todo, pero bueno mucho no puedo hacer, llevamos saliendo apenas dos meses.
- ¿Terminaste? - tocó la puerta del baño - Listo. - Abrí la puerta.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
- Ya sé ya sé... soy hermoso ¿No? - Desfile hasta el sofá para tirarme de nuevo. - ¡Precioso, divino, esplendoroso, magnífico! ... Ay mamá... - Quedó de rodillas - Te rezo... - gritó levantando los brazos como hablándole a una deidad - ¡JAJAJA! Va... ¿Y Emi, cuando viene? - Tomé el control de la televisión que estaba en la mesa frente al sofá y prendí la tele. - Se supone que debería estár llegand-... - El timbre sonó, estaba por ir Naonao pero me levanté. A ir yo - Voy. - Pasé al recibidor y abrí la puerta, era Emi. Pasó como si fuese su casa y fue direct a la cocina para saludar a Naonao - ¿Cómo anda mi cuñada favorita?... - Se rió - ... - le mandó una mirada asesina terrible - ¡Tampoco le digas así que después me mete en juicio...! - no pude terminar porque al instante me voló un cucharón por la nuca que me dejó medio bobo - No hables que ni novios somos - ahora yo era al que miraba mal - Uhhhhhh... reí ahora Ashley jaja - Malísimo. - me tiré otra vez al sofá para ver el noticiero.
