¿Es necesario amar?

Amor romántico

Para comprender el amor romántico, el cual a menudo es el más complicado, es importante situarlo en el contexto de la vida y la sociedad. Este tipo de amor se caracteriza por una profunda conexión emocional, atracción física y un deseo de compromiso mutuo. Aunque puede parecer sencillo en teoría, en la práctica se torna complejo debido a las expectativas sociales y las dificultades inherentes a las relaciones íntimas.

A diferencia de otros tipos de amor, como el amor propio, el amor familiar o el amor al arte, el amor romántico está lleno de matices que lo hacen tanto hermoso como desafiante. La sociedad a menudo idealiza el amor romántico, pero en realidad, puede ser doloroso, injusto y lleno de dificultades. Las expectativas y presiones externas pueden añadir complicaciones adicionales, haciendo que este amor sea temido por su potencial de falsedades, deslealtad y sufrimiento.

Muchas personas eligen alejarse del amor romántico y optan por vínculos casuales, ya sea debido a experiencias dolorosas pasadas o para evitar el posible sufrimiento futuro. En mi caso, he decidido adoptar un enfoque de "dejar ser y ser", basándome en mi experiencia personal. No busco activamente el amor romántico porque cuando experimenté un amor puro y leal, este simplemente surgió sin forzarse ni presionarse; fue un proceso natural de ser y sentir.

Tuve una relación marcada por la lealtad y el compañerismo, y aunque la sociedad podría considerar que esta relación era "sana", es importante reconocer que las relaciones tóxicas pueden surgir por diversas razones. En última instancia, cada uno decide cómo sentir, cómo ser y cómo pensar. Mi recomendación es evitar idealizar y no dejarse llevar por ilusiones, ya que esto puede generar ansiedad e inquietud. No controlamos el futuro ni a las otras personas; solo podemos actuar y sentir por nosotros mismos. Lo que ocurra externamente está fuera de nuestro poder y control.

Aunque en la práctica esto puede ser difícil, es posible. A veces, es necesario dejar que el destino y el futuro se desarrollen por sí mismos. Claro, debemos trabajar para lograr nuestras metas, pero eso no significa que debamos insistir, forzar o presionar en una relación. Incluso con las mejores intenciones, la presión puede alejar a la otra persona. Vivimos en una sociedad que ejerce una gran influencia sobre nuestras decisiones, y es importante reconocer que no estamos obligados a dejar que esa influencia nos controle.

Lo fundamental es tu propio bienestar y calma. Si una relación no te brinda paz, es crucial cuestionar por qué estás invirtiendo tu energía en algo que no es beneficioso para ti. Antes de profundizar en cualquier relación, debes considerar si te está generando tranquilidad o si te está sumiendo en ansiedad constante. Aunque puedo ofrecer consejos sobre lo que se considera moralmente correcto, lo esencial es cómo te sientes. El egoísmo saludable e individualismo en este contexto se refieren a priorizar tu propio bienestar. Tú eres el que piensa y siente, y está en tus manos decidir si quieres sentir calma o permanecer en una relación que te cause malestar.

El amor romántico puede tener tanto aspectos negativos como positivos, lo que lleva a muchas personas a decidir no experimentarlo. Entre las características negativas se encuentran los celos, la manipulación, las mentiras, el desinterés, la falta de respeto, el control, la obsesión y la violencia. Estos elementos pueden destruir una relación, y aunque tú puedas tener todas las cualidades necesarias para una relación sana, no puedes cambiar la naturaleza de otra persona que muestra comportamientos tóxicos.

En contraste, en una relación sana, donde hay compromiso, reciprocidad, atención, cariño, compañerismo y respeto, es donde puedes invertir tu tiempo y energía de manera constructiva. En este tipo de relación, todas las buenas virtudes están presentes y practicadas, lo cual ofrece un entorno positivo para el amor. Aunque el amor romántico puede tener un fin, depende de la pareja cuidar y nutrir la relación para que pueda perdurar a largo plazo.

Es fundamental estar consciente de las realidades del amor romántico y ser realista sobre lo que se puede esperar y cómo se debe manejar. El cuidado mutuo y el compromiso son claves para mantener una relación duradera y satisfactoria.