𝐓𝐇𝐄 𝐄𝐍𝐃

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—Es para ti

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—Es para ti...

Finney acerco el teléfono al señor que los había secuestrado a el y Mary. Este se encontraba retorciéndose por el dolor que le estaba causando Finney al ahorcarlo con el cable del celular.

Finney habia echo todo lo que los chicos le habían dicho, creando así una trampa para el raptor y ahora estaba cobrando cada una de las cosas que había echo ese señor.

¡Bienvenido al final agónico de tu diminuta y patética vida!—Empezaron a salir las voces desde el teléfono.

—No. Te. Queda. Mucho. Tiempo—Se escucharon risas.

—¡Hoy es el día, hijo de puta!

—No te puedo matar, hijo de puta, así que Finn lo hará por mí.

Uno por uno fue hablando con el raptor y burlándose de el.

—¡El brazo de Finn impresiona!—Cuando termino de hablar Bruce, Finney no pudo evitar sentir desesperación por escucharla, desesperación por saber si ella veía como el se estaba vengando por ella.

Después de las risas de los niños muertos se escucho otra voz, esta mas aguda que la de los demás.

—¡Tu acabaste con nuestras vida y el acabara con la tuya!—Dijo la que alguna vez había sigo Rosemary.

Finney gracias a la valentía y rabia que aparecieron en el al escuchar la voz de su chica muerta, dio un ultimo golpe rompiendo el cuello del raptor y con eso, llevándose la vida de el.

El cuerpo del raptor se desapareció entre la profundidad del hueco que el y Mary habían excavado, y Finney supo que seria la ultima vez que lo vería.

Finney se levanto, dispuesto a salir por fin de esa pesadilla. Busco una carne y se la dio al perro para distraerlo.

Cuando estuvo apunto de subir por las escaleras se encontró con algo brillante en el suelo, se agacho para agarrarlo y al verlo lo reconoció al intenté robandole un sonrisa y trayéndole tantos recuerdos.

"—Se que no es mucho, pero te quería regalar algo por tu cumpleaños—Dijo un Finney nervioso entregandole una caja a Mary.

Esta la abrió encontrándose con una pulsera de plata que contenía un dije, este tenia la leyenda:
R+F"

—¡Es precioso Finney!, nunca me la quitare, lo juro!—Dijo la pelo corto abrazando al castaño.

Finney no pudo evitar sonrojarse y devolverle el abrazo."

Finney no puedo evitar soltar unas cuantas lagrimas al recordar eso. Fue verdad, ella nunca se lo quito, se lo arrebataron.

Seguro el raptor le había quitado la pulsera al matarla y se le había caído al tratar de matarlo a el.

Finney se guardo la pulsera en su bolsillo y siguió hacia su destino.

Al encontrarse afuera vio muchos oficiales al frente de la casa, revisando la casa que se encontraba pasado la carretera.

La primera en notar su presencia fue Gwen, que conmocionada fue corriendo a abrazarlo.

Los dos hermanos se fundieron en un abrazo mientras los policías iban hacia la casa de la cual el niño desaparecido había salido.

—Finney.... ¿y Mary?—Pregunto Gwen sin poder aguantarse al notar la falta de la amiga de su hermano.

Finney solo apretó mas el abrazo y empezo a llorar terriblemente, Gwen lo siguió en sus sollozos al darse cuenta de lo que había pasado.

—¡Fue mi culpa!—Decía entre lagrimas el castaño.

Gwen no pudo decir nada mas que abrazarlo, decidida a no perderlo nunca mas.























































Finney se levanto ese día, se miro en el espejo viendo los rastros de lagrimas. Había estado llorando por Mary la noche anterior, como siempre hacia todas la noches en realidad.

Se lavo la cara, se vistió y antes de salir de su cuarto se puso la pulsera que alguna vez le había regalado con tanto cariño a su chica.

Bajo las escaleras y desayuno con su familia, después de lo sucedido ya su padre no era tan estricto y hasta se volvió mas cariñoso.

Al quedar Gwen y el solo en la mesa, la menor no pudo mirarlo mas que con lastima, la muerte de Rosemary le estaba afectando muchísimo.

—Si quieres... después de la escuela podemos ir a la tumba de Mary, a llevarle rosas moradas—Dijo Gwen mencionando aquella flor, que en vida, tanto le habían gustado a la nombrada.

Finney miro a su hermana y con una media sonrisa asintió—Me gustaría.

Ya al frente de su escuela, Finney dio un suspiro, iba a enfrentarse al mundo exterior después de haber pasado semanas en casa.

Pensó una ultima vez en solo volver a su cuarto y dejarlo para después, pero quizo ser fuerte, así que abrió las puerta y se puso en marcha.

Entro con miradas encima de el, unas confundidas, otras de admiración y algunas hasta de miedo, después de todo matar a el señor que llevaba arrebatando vidas de niños inocentes no era algo común y mucho menos si salías vivo de eso.

Vio como sus antiguos bullys lo miraban con miedo y respeto, como alguna vez estos miraron a su amigo muerto, Robin. Y no pudo evitar sonreír.

Ya dentro de la clase se sentó mas al frente, despues de todo lo vivido quiso aprovechar al máximo y ya no ser el chico tonto y tímido al fondo de la clase.

Vio como un chica linda que reconoció como Donna se sentó a su lado.

—Hola Finney—Dijo esta, sin tratarlo indiferente, como si nada hubiera pasado.

—Llámame Finn—Dijo con una sonrisa que fue devuelta.

Al girar hacia la ventana vio un espectro, que en vez de darle miedo, le transmitía seguridad y confianza, y supo que su chica estaba ahi, que lo estaba cuidando.






















































—𝐁𝐞𝐥𝐥𝐚.

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𝐑𝐎𝐒𝐄𝐌𝐀𝐑𝐘 - 𝐅𝐢𝐧𝐧𝐞𝐲 𝐁𝐥𝐚𝐤𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora