Chasing the light ~ Minsung

Capítulo 16.

🔞🔞¡¡ATENCIÓN!!🔞🔞

En este capítulo hay intimidad sexual. 

Si  no es de tu agrado, por favor sigue de largo.

A la mañana siguiente, Minho prácticamente echó a los chicos de su casa.

"Ahora tenéis dos novios, en alguna casa podrán follar, digo yo", les había dicho.

Tenía razón.

Decidió salir temprano a comprar los ingredientes frescos para hacer jjajangmyeon y una tarta de queso estilo New York. Había sido una idea impulsiva, pero podía hacerlo.

Se puso manos a la obra nada más volver a su casa. Hizo la tarta lo más rápido que pudo para que pudiera reposar en la nevera al menos dos horas. Cuando miró el reloj y vio que quedaba media hora para las doce, casi se le cayó el alma a los pies.

Corrió a la ducha, y se vistió con algo cómodo pero que le diera ese aspecto limpio que tanto le gustaba.

A las doce y un minuto, estaban tocando el timbre.

Se miró fugazmente al espejo, colocándose el suéter rosa palo que se había puesto sobre los pantalones de chándal negros. Su pelo negro aún estaba un poco húmedo, pero tenía buen aspecto.

Abrió la puerta, y de manera automática, como si hubiera estado programado para ello desde que lo vio por primera vez, sonrió. Jisung llevaba el pelo al aire, su tono castaño volviéndose acaramelado, y un suéter verde menta debajo de un abrigo marrón chocolate.

–Hyung –Dejó la bolsa que llevaba en el suelo y se lanzó a sus brazos.

–Hola, Sungie –respondió sin perder la sonrisa, hundiendo la nariz en las ondas de su pelo.

Si hubiera tenido que describir su olor, Minho diría que era cítrico con un toque a almizcle. Un aroma cálido capaz de alegrar el más oscuro de sus días.

El ruido de la bolsa de papel hizo que se separaran, Jisung casi saltando en el sitio al notar la pequeña figura anaranjada rozándose con él.

–Ese es Soonie –señaló Minho.

Se agachó para cogerlo antes de que se le ocurriera una vía de escape y Jisung acercó su mano para que el gatito pudiera olerlo antes de acariciar su cabeza. Un suave ronroneo salió del pecho de Soonie.

–Encantado de conocerte, Soonie –dijo el invitado–. Yo soy Jisung.

–Vamos dentro –Minho cerró la puerta cuando entró, dejando al animal en el suelo antes de guiar el camino hasta el salón–. ¿Qué has traído?

–Oh, algunas botellas de vino –admitió, tendiéndole la bolsa cuando llegaron a la sala–. No sabía muy bien cuál te gustaba, así que he traído tres.

–¿Los tres?

Minho nunca lo admitiría porque sus amigos se hubieran reído de él, pero su vino favorito era el rosado.

–Tinto, blanco y rosado –Jisung lo miró buscando su aprobación.

Rosado.

–Me gusta el rosado.

–Genial.

Minho le presentó a Doongie cuando hizo acto de presencia en el salón al rato de que Jisung se hubiera asentado. Habían empezado a tomar un par de copas de vino antes de comer, sentados juntos en el sofá, y cuando tuvieron hambre, Minho se levantó a preparar la comida.