Prólogo:

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Advertencia: Los animes y personajes que aparezcan, no son míos, derechos a sus respectivos creadores.

Nota: La historia no es mía, lo único mío es la reacción.

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El ambiente era tenso y sombrío en el campo de batalla. Los habitantes de Konoha y de todas las naciones elementales aún seguían en estado de shock y tratando de procesar lo que sus ojos acaban de ver.

Uzumaki Naruto nunca fue quien ellos pensaron, no era el Shinobi idiota y predecible, ni mucho menos el ruidoso chico que varios conocieron. Eso solo era una maldita fachada que engaño a todos. Con la única excepción de una sola persona.

Sasuke Uchiha fue el único que no había sido engañado por el rubio, desde hace mucho supo que todo era un show lo que su ex-compañero monto para obligar involuntariamente a qué las miradas nunca se posaran en el.

Pero había una emoción que dominaba a una persona, una sola, y solida emoción que estaba hirviendo ahora mismo en su interior. A Kakashi Hatake lo estaba consumiendo lentamente la irá y el odio mientras veía a tres personas en especial.

-"No entiendo porque reaccionó así"- Minato murmuró abrazando a su esposa quien estaba derramando lágrimas junto a su hija.-"Es un mal agradecido"- kushina murmuró por lo bajo aún entre llantos.

Pero esas palabras simplemente hicieron estallar las emociones de Kakashi.

-"¡¿Cómo pudiste?!"- antes de que el jonin sensei se lanzaea hacia Minato Namikaze, el Yondaime, el tiempo se congelo. El Infame jutsu de rayo que chillaba como un millar de pájaros en la mano de Kakashi, quedó estático al igual que todos los demás.

Las gotas de agua que estaban empezando a caer al suelo se detuvieron en el aire manteniendo su forma en solida. En todos los países elementales todo se detuvo, animales, pájaros, ríos, todo sufrió el mismo destino, antes de que un gran brillo envolviera todo.

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x - X - x
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Rías Gremory estaba sentada detrás de su escritorio. En su rostro se podía notar una expresión de gran frustración.-"No lo entiendo Akeno"- la pelirroja le dijo a su reína y mejor amiga quien estaba frente a ella.

Rias es una hermosa joven con un cuerpo voluptuoso, piel blanca, ojos azules heredados de su familia. Tiene una figura rolliza que causa envidia en muchas mujeres.

Su característica más distintiva es su largo y hermoso cabello carmesí distintivo de su clan, el cual le llega hasta los muslos con un mechón de cabello rebelde que sobresale en la parte superior. Su cabello también tiene flequillos sueltos que cubre su frente y flequillos laterales que enmarcan su rostro.

Ella vestía con su uniforme de la Academia Kuoh, que consistía en una camisa blanca de manga larga con botones, con una cinta negra en el cuello de la camisa que se usa debajo de un capa de hombro negro y corsé abotonado a juego, y una falda magenta con acentos blancos, y zapatos de vestir marrones sobre calcetines blancos hasta los muslos.

-"¿Que es lo que no entiende, presidenta?"- Akeno Himejima era una hermosa adolescente de pelo largo y negro azabache. Tenía una figura comparable a la de su superior, con grandes pechos, una copa más grande que las de Rías, cintura pequeña y delgada, y anchas caderas.

Lectura: El viaje del reyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora