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Capítulo único

Kacchan🐺✨:

"Ven a mi habitación, Deku. Tengo que hablar contigo"

Deku:

"Kacchan, estás bien? Digo... Nadie jamás a entrado a tu habitacion y salido con vida"

Kacchan🐺✨: 

"Ven, ahora."

Izuku suspiró, salió de su habitación en los dormitorios de la academia y subió hasta la habitación de su explosivo compañero. Katsuki abrió la puerta con un movimiento rápido, sus ojos fijos en Izuku con una intensidad que hizo que el corazón del chico de cabello verde se acelerara. Izuku dudó por un momento en la entrada, recordando las palabras de Katsuki, pero se armó de valor y entró en la habitación.

El espacio era sorprendentemente ordenado, minimalista incluso, con muebles de líneas rectas y una cama perfectamente hecha. Sin embargo, el ambiente estaba cargado de una tensión que Izuku no podía ignorar. Katsuki cerró la puerta detrás de él, el sonido resonando en la quietud de la habitación.

— ¿De qué querías hablar, Kacchan? — preguntó Izuku, intentando mantener su voz firme.

Katsuki no respondió de inmediato. En lugar de eso, se acercó a Izuku, sus pasos firmes y decididos. Se detuvo a pocos centímetros de él, su mirada intensa atrapando la de Izuku. Había una mezcla de emociones en los ojos de Katsuki, algo que Izuku no lograba descifrar del todo, pero que lo hacía sentir una mezcla de nerviosismo y curiosidad.

Katsuki tomó aire, como si estuviera preparando las palabras que estaba a punto de decir, pero en lugar de hablar de inmediato, levantó una mano y la colocó en la mejilla de Izuku, dejando que su pulgar rozara suavemente la piel del chico de cabello verde. Izuku se quedó congelado, sorprendido por el contacto inesperado y la cercanía entre ambos.

— Kacchan... — comenzó Izuku, pero su voz se apagó cuando vio la expresión en el rostro de Katsuki.

— Deku, hay algo que he estado queriendo decirte desde hace mucho tiempo. —Katsuki habló en un tono bajo, su voz grave llena de una sinceridad que Izuku no estaba acostumbrado a escuchar de él. — Siempre he sido un idiota contigo, lo sé. Pero... hay algo que no puedo seguir ignorando.

Izuku tragó saliva, sintiendo el peso de las palabras de Katsuki. Su corazón latía con fuerza, y una mezcla de nerviosismo y expectativa lo inundó.

Katsuki se inclinó un poco más cerca, sus ojos fijos en los de Izuku con una intensidad que hacía que todo lo demás pareciera desvanecerse.

— Lo que quiero decir, Deku, es que... me importas más de lo que nunca quise admitir. Y no solo como un maldito rival.

— Kacchan, yo... — Izuku sintió un nudo formarse en su estómago, una mezcla de emociones que lo abrumaba.

Antes de que pudiera continuar, Katsuki acortó la distancia entre ellos, inclinándose hacia adelante hasta que sus labios rozaron los de Izuku en un gesto lleno de urgencia, pero también de una ternura que Katsuki rara vez mostraba. El beso fue suave al principio, como una pregunta no formulada, pero pronto se volvió más firme, más decidido, como si Katsuki estuviera derramando en ese beso todo lo que había estado guardando durante tanto tiempo.

Izuku, sorprendido, se quedó inmóvil solo por un segundo antes de que su cuerpo reaccionara por sí solo. Cerró los ojos y correspondió al beso, sintiendo cómo toda la tensión acumulada entre ellos se desvanecía en ese contacto. La mano de Katsuki en su mejilla se movió hasta el cabello de Izuku, sujetándolo con firmeza pero con cuidado, mientras Izuku levantaba una mano para sostenerse del brazo de Katsuki, como si temiera que el momento pudiera desvanecerse si no lo hacía.