Campo de lirios

Capitulo 1

Invierno el dulce y frio invierno, una de las estaciones que algunos odian pero algunos como yo amaban demasiado.

Era época perfecta para disfrutar del suave y dulce café de la cafetería de mi madrina, era el mejor café que había probado siempre iba a tomar café y siempre pedía lo mismo.

Todos los días se podría decir que es la misma rutina, del departamento a la universidad y de la universidad a la cafetería.

Entraba a la cafetería sentándome en una de las mesas, mi madrina me vio sentarme llego a mi con una sonrisa siempre de oreja a oreja.

-Kaida hoy has llegado tarde para tu café de siempre- dijo con una sonrisa y pasándome mi café junto con mi postre favorito la torta de fresas- No deberías estudiar hasta tarde, sal a divertirte

Lo mire mientras que mi mochila estaba a un costado mío,

Tomando mi café y llevarlo a mis labios para soplar un poco para beber de el, sintiendo ese liquido semi amargo y caliente pasar por garganta disfrutándolo

-Me quedé unas horas más en la clase tía, y no me di cuenta del tiempo- dije mientras tomaba y comía un poco de mi tortita de fresas- no voy a perder el tiempo saliendo a divertirme cuando tengo una meta Tía Mimi- dije mirándolo mientras que le daba otro bocado a mi tortita de fresas

-Se cuál es tu meta, pero no deberías encerrarte en tu caparazón, sería bueno que salgas en algún momento, aunque sea a caminar- Dijo mirándome aun con su sonrisa- A tu her...

No termino de hablar cuando sonó que alguien entro a la cafetería, y camino sentándose en una de las mesas adelante mío, mi madrina se apresuro a atenderlo con una sonrisa de oreja a oreja.

-Bienvenido a café Fénix- dijo mi madrina con una sonrisa y el chico se veía que sonreía al igual que ella

-Me gustaría un chocolate caliente por favor- escuche al chico pedirle a ti madrina su voz sonaba dulce, suave y alegre

Mi madrina asintió y fue a preparar el chocolate para el chico, lo miraba analizándolo de pies a cabeza, pero cuando me fije en sus ojos el me miraba fijamente yo no quite la mirada la mantuve esperando que el la quite entonces fue cuando quite la mirada mirando a otro lado y escuche su pequeña risita.

Estaba terminando mi café y mi tortita me pare de mi lugar tomando mi mochila

-Tia Mimi ya me voy, tengo tarea que hacer- dije mirándola mientras que dejaba dinero encima de la mesa , ella me sonríen asintiendo camino hasta pasar la mesa del chico pero ese momento se sintió con una electricidad en mi cuerpo como si algo entre y yo se hubiera conectado.

Saliendo de la cafetería caminaba a pasos cortos y lentos hacia mi cueva como decía a mi departamento, vivía sola hace bastante que lo hacia de hecho y me había acostumbrado a vivir sola, aunque no siempre fue así vivía con mi hermano Elis nuestros padres se habían separado y el era mayor que yo siempre me cuido mientras nuestra madre salía a trabajar, aunque no era su responsabilidad lo hacia.

Cuando el murió nada volvió hacer los mismo, mi madre fue como si no le importara se volvió a casar y tuvo otro hijo a los pocos mese de que el murio olvidándose de nuestro dolor, mi padre se hundió cada vez mas en su trabajo donde evitaba mostrar sus emociones.

Me sentí culpable porque creía que mi hermano no pudo hacer muchas cosas porque siempre tenia que cuidarme, me sentía culpable porque ese día no debí haberlo dejado solo , no debí haberme alejado de él. 

Después de su muerte empezó a vivir en un departamento que era propiedad de mi padre y el cual iba hacer para mi hermano, no quería seguir en un lugar donde sentía que me tragaría y me mantendría en las sombras, desde ahí solo me concentre en mi cada vez esforzándome para lograr mi meta algo que estoy orgullosa entre a una buena universidad , tengo buenas notas qué más puedo pedir.

Mi relación con mi padre era fría y poco cariñosa las pocas veces que lo veía solo hablamos unas cuantas palabras que me las sabia de memoria como cada rincón del departamento, cuando hablamos es para conversar acerca de si me eh decidido por seguir sus pasos dentro de su editorial lo cual me gusta, pero quiero crecer yo misma por mi cuenta sin ayuda de por medio.

La relación con mi madre era caótica siempre nos peleábamos aun mas por el hecho que ella solía decir que como hermana mayor debía estar con su hijo pero simplemente no lo hacía, ella quería que asuma un papel para el cual jamás fue un gusto tenerlo, no lo tomaría porque mi único hermano fue Elis y el ya no estaba.

Todos parecían olvidar que mi hermano había muerto y a pesar de todo los años pasado aun no podía superar su muerte, el día de su funeral tenia 16 años yo miraba el ataúd sin poder creerlo , nadie me consoló llore sola y hundí a mi misma en mi dolor ,me negaba a que el no estaría mas conmigo y este seria nuestro adiós definitivo, un adiós del cual no volvería y que tan solo pudiera cambiarlo daría hasta mi alma por ello.

En el departamento estaba sobre mi escritorio en mi habitación trabajando en los proyectos de la universidad tenia que hacer un ensayo personal tenias hasta fin de mes para hacerlo pero actualmente mi mente parecía vacia sin nada de ideas para poder escribir de aquello que se llama vida.

Siempre estudiaba hasta tarde solo la pequeña luz de mi lampara alumbraba mi cuarto y los papeles de mi escritorio mientras que en mi teléfono sonaba IRIS DE GOO GOO DOLLS y yo intentaba pensar en algo para mi ensayo pero era como si mi mente simplemente no pudiera ni siquiera crear algo.

Tenia puestas mis gafas y mi estilo era como Adam Sandler siempre tan relajado en casa, con el moño hecho un desastre pareciendo un nido de pájaro, sin importar que intentara escribir algo no lo hacía no podía mi mente se había bloqueado por completo, decidí mejor salir a comprar algo en la tienda para poder comer alguna golosina.

En la tienda agarre una pequeña cesta para colocar lo que compre en el lugar, fui por las golosinas mirando cada golosina antes de tomar alguna de ellas, tome cereal una caja grande, yogurt, snacks de papas, tocino y gomitas.

Estaba caminando a la caja registradora para poder cancelar mi compra sacando mi billetera y mirándolo era el mismo chico de la cafetería estaba atendiendo, el me saludo con una sonrisa de oreja a oreja muy amplia, yo solo mantenía mi expresión algo neutral y fría como siempre.