Campo de lirios

Capitulo 2

El chico estaba mirándome con una sonrisa de oreja a oreja, me fije en el pequeño gafete que tenía en su pecho decía "Max"  

-Cóbrate esto- dije mirándolo y el pasaba las cosas por el escáner con una sonrisa 

- ¿Eso es todo? - me pregunto mirándome mientras que el seguía sonriendo. Este chico no se le adormecían de tanto sonreír, yo asentí con la cabeza de manera suave mirándolo- Entonces seria 20 con 30 céntimos- me dijo mirándome y yo solo asentí mientras sacaba el dinero de mi billetera. 

Algo en lo más profundo de mi absurdo corazón latía como si se fuera a salir, se sintió como la primera vez que lo vi en la cafetería como si hubiera una conexión en ambos que aún no conozco. 

El me paso una bolsa con las cosas, tomé la bolsa dándole el dinero –Gracias- dije de una forma corta y simple 

-Gracias a ti, que tengas buena tarde- Dijo con una sonrisa yo solo lo miré asintiendo y empezar a caminar con dirección al departamento, subí los escalones me detuve en la puerta viendo al departamento de al lado siempre solía estar vacío, pero ahora se estaban mudando, solo esperaba que no sean muy ruidosos porque odio los ruidos fuertes y más cuando estudio. 

Me volví a encerrar en mi cueva como le decía mi madrina al departamento, llevando las cosas a la mesa de la sala y solo sacar un paquete de snacks de papa regresar a mi cuarto que alrededor solo brilla la pequeña lampara de mi escritorio brillaba y mi portátil sobre el con dibujos pegados en las paredes con algunos discos de vinilo, mis libros en mi pequeño librero. 

Volví a mi silla sentándome y de la nada para mi buena maravilla empecé a escribir en el portátil como si mi ensayo estuviera en automático las palabras se escribían con facilidad expresando las cosas en esas páginas del ensayo. 

Las horas avanzaban yo había terminado de hacer mis trabajos de la universidad me recosté en el respaldo de la silla mientras estiraba mi cuerpo de manera que buscaba relajarme la música alrededor de mi habitación sonaba Wonderwall de oasis, me levanté de mi silla para irme a la cocina a preparar algo de comer, abrí el refrigerador mirando mantequilla algo de queso lo tomé dejándolo encima de barra de la cocina mientras tomaba el pan que estaba en uno de los armarios de la cocina. 

Comería tostadas con algo de chocolate o café con leche talvez según lo que se me ocurra, hice las tostadas el olor era delicioso estaban quedando perfectamente doradas sin quemaduras ni muy blancas estaban en el punto justo. 

Comía a justo mirando mi teléfono caricaturas los pitufos para ser exactos, mientras masticaba mi tostada rellena de queso derrito mientras tomaba un sorbo de mi café con leche, disfrutaba de mi cena cuando una llamada entro a mi teléfono era de mi padre, pase la comida que tenía en la boca y proceder a contestar. 

-Si papa- dije mirando el teléfono  

-Kaida, se me había olvidado decirte que alguien alquilara el piso del costado, podrías darles la bienvenida de mi parte- dijo mi padre de manera fría como siempre, yo fruncí el ceño- y por favor se amable con ellos 

-De eso se encarga Solís papa, no yo- dije arrugando un poco la nariz mientras hablaba por el teléfono