- Con permiso - Mira a mis padres y ellos asienten, luego me mira a mí - Hemos firmado un contrato donde vamos a unir nuestras empresas, expandiéndonos las dos juntas.
Asiento pensando en que mi hermana debe estar feliz, ella es la mayor y aunque no acepto un casamiento por conveniencia sé que está profundamente enamorada de él. Le sonrío forzadamente y digo.
- Bien, felicidades, mi hermana estará contenta de estar con usted.
Una sonrisa curva cargada de suficiencia y arrogancia adorna uno de los lados de sus labios carnosos y mi cara cambia, enarco una ceja, algo pinta mal por la manera en la que me mira. Mis padres no han hablado en todo el rato y ahora ya sí que me estoy asustando. Los miro a los ojos y sus expresiones son serias, entonces mi padre decide hablar.
- Tu hermana está comprometida. - Sigo sin entender y le respondo.
- Sí... Con él. – Refiriéndome al idiota sentado delante de mí.
- No. – me congelo instantáneamente al escuchar lo que mi padre termina de decir - ella se va a casar con Isaac Mendoza, el hijo de unos amigos de España.
Estoy completamente pálida, ya entiendo la situación y no me gusta un pelo. Miro a Leo que sigue con su estúpida sonrisa y solo hace que me cabree más, me levanto alterada por la nueva noticia, los ojos se me empiezan a llenar de contundentes lágrimas.
- ¡No, no puede ser! ¡Por qué no puede casarse Jane con él, ella lo quiere! Por lo que veo da igual que hermana sea, ¿qué más da? Seguro que podéis llegar a un acuerdo, recibiréis el dinero de todas maneras, si es lo que os importa que – Recibo un golpe seco en la mejilla, papá me propina una bofetada que, claramente, solo consigue enfadarme más.
- ¿¡Como puedes pensar eso mal agradecida?! - Lo miro con una sonrisa de suficiencia, parecida a la de Leo, pero la mía esconde rabia, dolor y demasiada impotencia; se han equivocado al haber hecho esto.
- ¿Qué cómo puedo pensar eso? Bueno, no sé; queréis que estudie gerencia en vez de oceanografía, que es lo que llevo deseando desde pequeña; no me pagáis la universidad sino que lo hace la abuela; me obligáis a trabajar es esta empresa la cual odio, vivo con la abuela porque vosotros tenéis "demasiado trabajo", ¿necesitas más ejemplos? Porque tengo muchos más. - mi voz está cargada de sarcasmo y un tono medio cómico, pero, a pesar de todo, se puede palpar toda la rabia que se ha ido acumulando en mí. - No me vuelvas a tocar. – Papá me mira a los ojos, se ve el enfado hirviendo en el mismo color marrón que tengo yo en mis iris, esta vez lo he dicho tranquila, con todo el control que tengo. - Vosotros dos - esta vez me dirijo a mis dos progenitores – mientras que ese contrato siga vigente no os molestéis en contactarme, no me hacéis falta.
Salgo de la habitación enfurecida y muy triste, mis ojos se llenan de contundentes lágrimas que me esfuerzo por contener. Bajo por las escaleras, la mayoría de las veces están desiertas porque todo el mundo usa los ascensores, me dirijo a la puerta de emergencia para evitar a Jane, ni siquiera sé si tiene la menor idea de lo que ha pasado en esa habitación y no quiero averiguarlo ahora.
Cuando ya estoy un poco más relajada decido llamar a Sara. Ella siempre me ha acompañado en los momentos más difíciles de mi vida, creo que este es un buen momento para que me haga compañía. Cojo mi teléfono y marcó el número de mi mejor amiga, al tercer toque ella responde.
- ¿Sí? – La escucho decir mientras intento contener los sollozos.
- Sara, ¿Puedes venir a buscarme detrás de la empresa? - Ella nota el tono de mi voz, escucho como empieza a moverse y eso me tranquiliza un poco.
- Ey, voy para allá, tranquila, me lo cuentas ahí.
- Vale. - Pasan dos minutos y veo un coche blanco en frente mío, Sara se apresura a llegar hasta a mí preguntarme qué pasa a la vez que me consuela con un abrazo, yo solo puedo llorar y murmurar el odio que les tengo a las tres personas que aún está en esa oficina.
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Sobreviviendo a Melton
Teen FictionChloe tiene una vida que no le termina de gustar, trabaja en el bufete de abogados de sus padres a pesar de estar estudiando una carrera totalmente. Su vida da un gran giro en cuanto se cruza directamente con el ligue de su hermana, Leo Melton.