𝔇𝔄ℜ𝔈𝔎 (𝔘𝔑 𝔒𝔖ℭ𝔘ℜ𝔒 𝔇𝔈𝔖𝔗ℑ𝔑𝔒)[Dark#1]

³

—Que lindo nombre—me separé de ella—mi nombre es Zoey.—Scarlett me sonrió dulcemente.

—Ya conocía tu nombre.

—¿E-enserio?—miré a mis padres.

—Si hija, nosotros le hablamos sobre tí—interrumpió mamá, pude contemplar sus ojos que aunque estuvieran llenos de felicidad se le notaba un extraño cansancio en ellos.

—Y bien...¿Cenamos?.—asentí.

(...)

Estábamos todos sentados en el salón, las luces se encontraban apagadas y los cuatro en el gan sofá frente a la tele.Papá tenía el mando, el escogería la peli de hoy.

Normalmente era una rutina, yo casi todas las noches bajaba a ver una peli con mis padres antes de ir a dormir, era como un pequeño hábito, solo que ahora había una pequeña diferencia...ya no éramos tres.

Éramos cuatro.

—¡Yo quiero la de Anabelle!—grité llevando unas palomitas a mi boca.

—¡Nada de terror muchachita!—dice mi madre—, aún no entiendo ese fanatismo que has desarrollado por las pelis de terror.

Sinceramente yo tampoco lo sé.Pero últimamente me han estado gustando.

—¡Porfii!—puse ojitos.

—No—dijo mi papá —ayer no bajaste a ver películas, perdiste tu turno.

Cierto...ayer, había estado ocupada.

Miré a Scarlett quien se encontraba callada mirándonos, tenía cara de asustada, como si fuera primera vez que estaba al rededor de personas tan escandalosas.

—¡Scarlett!—le apunté—a ti también deben gustarte las pelis de terror!.—la castaña sonrió tímidamente y llevó un mechón de su cabello detrás de su oreja.

—No soy muy fan a esas películas, prefiero la acción.

—¡Se dijo y se realizó! —gritó papá a lo que yo salté del susto para mirarlo con los ojos bien abiertos.

—¿Es enserio?

—La visita es prioridad —removió su bigote como de costumbre y me ví obligada a rendirme.

Siempre lo habían dicho.

La visita es prioridad.

Mi padre se encontraba cambiando los canales y de un momento a otro se detuvo en uno.

Noticias.

Mis manos temblaron al escucharlas.Y morí cuando ví los ojos de mi padre posarse en mí.

—¿Escuchaste eso?—mi papá me miró asustado —¿Ese no era el chico que vivía cerca?—mis manos comenzaron a sudar inconscientemente, comencé a jugar con ellas sobre mi regazo.

El sudor frío empapaba mi cara y mi corazón se quería salir de mi pecho.

Sabía que encontrarían el cuerpo.Pero...lo que se me hizo extraño fue dónde.No había sido el lugar donde Rose y yo lo habíamos sepultado, nada que ver, dos lugares totalmente diferentes.

—¿Hija...anoche el no estuvo en la fiesta a la que fuiste?—preguntó mi mamá frunciendo el ceño.

—Si—confesé—yo vine un poco más temprano, lo ví incluso algo tomado.—mentí.

Y si, era lo único que podía hacer ahora.

Mentir.
Mentir.
Y mentir.

No me salía nada de mis labios, y si me atrevía a hablar más, seguramente sacaría toda la verdad a luz.