"ꞞƎHԀIϽ ꞀꞀIᗺ"

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•Sixty degrees that come in threes.
Watches from within birch trees.
Saw his own dimension burn.
Misses home and can't return.
Says he's happy. He's a liar.
Blame the arson for the fire.
If he wants to shirk the blame,
He'll have to invoke my name.
One way to absolve his crime.
A different form, a different time.

A different form, a different time

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Bill Cipher, un simple triángulo para la gente que verdaderamente lo conoció, pero ¿ahora? Era un dios, un dictador que hacía lo que se le daba la gana sin pedir opinión ni preguntar si estaba bien o no, pero en el fondo, estaba roto, roto y con solo un comodín para arreglarse.

Bill Cipher venía de una dimensión llamada Euclydia, con su propio idioma, su propia jerarquía, y sus propias reglas.

Él vivía con sus padres, sus nombres eran difíciles de recordar, pero eran de un color rojo y azul, quien era rojo y quien era azul también era difuso… ¿Por que todo era tan difícil de recordar?...

No es claro si su nombre es William Lucipher, pero es algo que sus súbditos suelen especular secretamente, lo más raro es que él suele responder a ese nombre.

El nació con un defecto, su único ojo lo hacía destacar, y aún peor, él podía ver la tercera dimensión en un mundo bidimensional, lo cual era ilegal.

Sus padres tampoco eran los mejores padres del mundo, pero, bajo su criterio eran buenos para él, su madre era cariñosa y le cantaba nanas y canciones de cuna para relajarlo a menudo, o cuando era pequeño al menos, eso recordaba. Su padre también lo apoyó, aunque era el que más le decía que se inventaba cosas.

El soñaba con tocar las estrellas que veía, su padre le decía que se imaginaba cosas, y que se tomase las medicinas que los médicos le recetaron, una y otra vez, esas malditas medicinas solo lo cegaban, no podía ver y odiaba eso, le hacía sentir débil, y todos los médicos simplemente lo llamaban loco y le hacían cerrar su ojo. ¿Cómo se atreven, no es cierto?

La única manera que se podría tomar esa medicina eran esas pajitas con formas y colores variados, era solo un niño al fin y al cabo.

En cierto modo trataba de vivir una vida normal, iba al colegio y de echo, se graduó con honores (me preguntó si daban geometría como biología) y usaba zapatos sin cordones porque le era difícil atarlos sin ver bien, y no pudo hacerlo hasta los 16, aunque aún prefiere el velcro sobre todo.

Pero, mientras crecía, lo único que tenía en mente era salir de este plano para mostrarles a todos las estrellas, deseaba poder hablar sin sonar como un lunático, enseñarles que él no estaba loco, él veía la verdad y solo la verdad. No mentía. Él nunca lo hacía.

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⏰ Última actualización: Sep 01 ⏰

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