Presente y Futuro

Nos vemos de nuevo

Se equivocó, tomo el reloj de arena de su habitación, un vago recuerdo, al parecer por su me te llegaron recuerdos que no debia tener y recordó al hombre, molesto pero de buen corazón, tampoco es que lo odiara era solo que no le gustó su actuar cuando los visito, pero ahora tenía un problema, debía esperar las arenas del reloj, desesperado se sujeto sus cabellos negros mientras se quejaba

-¿Que rayos? No entiendo, eso no pasó ¿O si? ¿Que haré?- estaba completamente confundido, no eran recuerdos de algo que pasará pero estaban ahí, muy vividos y existentes, el reloj, culpo al reloj, en cuanto lo toco todo eso llegó en marejada, le dolió la cabeza y su nombre se hizo presente

-Asahun- soltó con cierto incómodo, miro a todos lados, estaba en una isla, sudaba al pensar que haría, preocupado exclamó

-No hoy, no el día de hoy, maldición- se despeinó totalmente y se derribo en la playa, miraba el cielo azul mientras lamentaba su estar ahí

-¿Que haré? Hoy le iba a decir, hoy era el día, Torao- derramaba lágrimas de desconcierto, decidió quedarse ahí pero si estómago y su fuerte rugir le impedía seguir con dicha decisión

-¿Debe ser una broma? ¿Ahora?- se levantó molesto y decidió entrar al bosque detrás suyo, debía encontrar algún animal salvaje para poder decorar, no sabía cuánto tiempo lo dejaría está vez el reloj, camino entre la espesura hasta que encontró su salvación, un jabalí salvaje, lo vigilo un par de minutos tratando de verificar que no fuera madre de pequeños, recordó lo que le dijo aquella ocasión, no podía criticarlo, al fin de cuentas era el mismo solo que más viejo, después de comprobar que estaba solo lo cazo para comérselo eventualmente, ese infernal entrenamiento de su abuelo le ha ayudado mucho todos esos años, logro cocinarlo y aunque no fuera un manjar hecho por Sanji se sintió satisfecho con la comida, ya tranquilo y lleno se quedó triste

-Hoy le iba a decir- se lamentaba mientras era vigilado por un par de ojos, su tristeza no dejo que lo notará, saco el collar de luna que llevaba en su cuello y la veía nostálgico

-Mi luna- no dejaba de observar

-Que raro, nosotros no tenemos esos- le dijo el hombre detrás de el

-Claro que no, solo Torao y yo tenemos estos, únicos en su especie- refunfuño

-Vaya, ocuparé buscar uno para el, es encantador- sonreía de gran forma, el pequeño mugiwara comenzó a parpadear

-Esa voz...- comenzó a girar su cabeza con expresión de odio creciendo en el

-Hola Joven promesa, que gusto volver a verte- una sonrisa llena de alegría y luz, un hombre de 40 años con abrigo rojo de pirata y cicatriz bajo su ojo, Luffy se exaltó y brinco de una solo salto, su estómago ya había desaparecido y apunto al hombre

-A...a...a...a... ASAHUN!!- apunto al hombre con cierta molestia

-El que viste y calza ¿Que haces aquí Luffy? Además soy tu, no me llames así mocoso- le dió un fuerte coscorron con Haki, adolorido dejó caer una lágrima mientras le reclamaba

-Fue un accidente- de quejo mientras recordaba que no debía estar ahí, el arqueo una ceja y sonrió

-Justo en nuestro aniversario, me sorprende que tomarás la decisión de venir justo hoy, estaba buscando un lugar perfecto para nuestra cita- junto sus manos mientras hacía un ademán con su boca de querer besar a su amado, Luffy se sonrojo y nervioso le dijo

-Por eso dije que fue un accidente, tome el reloj de su habitación porque me pareció interesante y no pensaba que Torao le gustará ese tipo de adornos pero no tengo idea de cómo es que este me trajo aquí además de hacerme recordar todo lo que ocurrió- al decir lo último entristeció bastante, Asahun lo vio con ternura y le dijo