© ¡𝙎𝙚 𝙨𝙪𝙥𝙤𝙣𝙚 𝙦𝙪𝙚 𝙮𝙖 𝙚𝙨𝙩𝙖𝙨 𝙢𝙪𝙚𝙧𝙩𝙖! || Sasuke x Oc ||

Capitulo 3. Primer encuentro.

Todo era tan cálido. Podía sentir la ventisca con una fragancia tan refrescante como la tierra mojada y la madera de ese antiguo hogar, así como el hermoso jardín que, madre tanto adoraba. Era él lugar más intimo y seguro de mis memorias. 

Hasta ese fatídico día, en el que mi vida dio un giro de 180°.

En el que el hermoso pasto verde vivo se torno de un rojo carmesí con su cuerpo tumbado en el.

Mi madre ya no se encontraba en el mismo plano que nosotros...

(...)

Abrí los ojos de par en par, con la respiración agitada y un mar de lagrimas desembocando en el borde de mis mejillas. Dándome cuenta que los terrores nocturnos aun estarian presentes, no importaba lo mucho que intentará no pensar y superar esos tiempos, ya que la situación en la que me encontraba no ayudaba mucho que digamos.

Poco a poco recobraba la conciencia, teniendo más en cuenta el espacio físico en el que me encontraba. 

Estaba sentada en un sillón cubierta con una manta vieja que apenas alcanzaba a cubrir mi casi desnudes, giré levemente la cabeza para encontrarme con la mirada completamente tranquila de Kabuto, frente a mi.

—Maldita sea Kabuto, deja de verme con ese semblante tan sereno, haces que me den escalofríos.— bromee mientras me abrazaba a mi misma simulando que generaba calor.

A pesar de todo lo que estaba pasando hace unos momentos, esto ya era casi una rutina, es por eso, que de alguna forma extraña aprendí a lidiar con este tipo de situaciones incómodas.

Suspiro. —Sabes... a veces es incómodo ver tu reacción en estas situaciones. Verte evadir el tema como si no significará nada.—

— ¡Agh! ¿Y qué? Acaso quieres que me tire al suelo y llore hasta que algún ser divino se apiade de mi.— Exclamé.— Hace mucho que perdí la fuerza para escapar de aquí. Además ni que tú fueras spicó...— 

— Akane te estoy jodiendo.—interrumpió. — Como si no supiera que tú cuerpo está casi al borde de un colapso con tan solo verte. —hablo mientras ponía una sonrisa ladina.

— ¡Idiota!— dije mientras le lanzaba uno de los cojines pequeños del sillón.— Ya se me hacía ra...—

Fui interrumpida de nuevo, por la alarma de seguridad... esta jamás se activaría, a menos que la mansión estuviera siendo invadida por los enemigos de Orochimaru.

Las luces de la habitación comenzaron a parpadear en un tono carmesí, pero de repente la alarma paro, todo se quedo en total silencio y oscuridad.

Sin ningún aviso previo un fuerte retumbar se escuchó en la dirección que daba a la entrada principal del gran terreno.

Corri hasta la única ventana que había en el cuarto, alcanzando a ver con la poca luz que irradiaba la luna camionetas negras en la entrada, Kabuto igualmente se acercó a ver lo que ocurría.

— Dios mío... Ahora sí que estamos jodidos. —murmuro Kabuto sacando una pequeña arma del lado de su pantalón.

Aunque eso me sorprendió en lo más mínimo, lo que realmente me importaba en ese momento era en evacuar junto con Alice de este lugar y rápido.

Me acerque con pasos torpes a la puerta para ir a la habitación donde ella se encontraba dormida, pero en estos momentos dudaba que siguiera en los brazos de Morfeo.

De repente la mano de Kabuto en mi brazo me sorprendio, me estaba deteniendo.

—¿Piensas salir así? —Me miro de pies a cabeza.—Dejalo yo me encargo de evacuar al personal.— Salió de la habitación y a la defensiva con el arma en mano.

Me quedé parada sin poder hacer nada, tenía razón hasta cierto punto, ¿Qué pasaría si Alice me viera con este aspecto? Además, no estaba en la mejor condición.

La mejor opción en estos momentos era buscar algo en la habitación para defenderme.

Pasos se lograron escuchar a lo lejos, tome el bastos de fierro que estaba sobre el escritorio, arrastrando me debajo de este.

La puerta comenzó a abrirse lentamente, mientras que la luz de una linterna se encontraba escaneando el perímetro. Me arrastre poco a poco para llegar a la puerta y huir, ya que pude ver de reojo que un hombre corpulento estaba de espaldas.

Avance tan rápido como mis torpes pues me lo permitieron, pero aquel hombre logro verme, tomo mi brazo con brusquedad, por alguna extraña razón se quedó viéndome al rostro como si algo no estuviera bien, no desaproveche la oportunidad y acerte un golpe en su rostro con el bastón, el tipo me solto y sali de la habitación.

La luz había regresado, pude sentir la adrenalina correr por todo mi cuerpo, era lo único que me permitía seguir corriendo.

Un balazo al suelo cerca de mis pies hizo que mi andar se detuviera.

— ¡Alto ahí! —

Me di media vuelta para encontrar al mismo pelinegro con una mano en su frente intentando detener el sangrado que le provoque...

— ¡Akane! —

Escuché la voz de Alice a mis espaldas, ella estaba a salvó el el agarre de Kabuto. Note su preocupación en sus ojos y la sorpresa por verme en las condiciones que estaba. Aún conservaba el bastón en mis manos, no podía hacer nada pero al menos les daría tiempo para huir.

— ¡Kabuto llévatela de aquí les daré tiempo para huir! — Asíntio llevándose a Alice por la fuerza.

—¡No Akane! ¡No!— grito Alice, pero mi mirada estaba centrada en el idiota frente a mi.

— Como quieras— hablo el azabache, desenfundando la que parecía ser una katana en su espalda, el maldito iba en serio, pero no me quedaría atrás.

Lance un golpe de frente con el bastos, pero lo bloqueo con su katana. Tome un jarron que estaba cerca y se lo estrelle en la cara. Parecía un juego sucio, pero no había una forma limpia de ganarle a este tipo era demasiado fuerte. 

Logre hacer que se tambaleara nuevamente, alce de nuevo el bastón para darle el golpe de gracia, pero este nunca llegó, porque yo fui la primera en caer al suelo.

Nuevamente todo se volvió negro.

Lo último que escuché fue como alguien a mis espaldas gritaba un nombre... "Sasuke".