Cuatro años más tarde...El sonido de papeles arrugados y el murmullo de risas infantiles llenaban la pequeña habitación, creando un contraste entre la alegría presente y los ecos del pasado que aún resonaban en el corazón de Joohyun. Quien se arrodillaba en el suelo, sus manos buscando entre los recuerdos olvidados, cada objeto siendo un presente susurro de lo que había sido.
"No puedo creer que no podamos encontrar esos papeles," murmuró, su voz entrecortada por la mezcla de emociones al volver a esa habitación que había sido silenciosamente clausurada. Su hija a su lado exploraba con la mirada cada rincón con curiosidad, ajena a la tormenta interna que atravesaba su madre.
Garam se unió a ellas, sus manos inquietas rebuscando entre un montón de juguetes viejos y papeles amontonados. La frustración se reflejaba en su rostro, un sentimiento que Joohyun entendía bien.
"Deben estar aquí por algún lado. Eran documentos importantes para el seguro y la escuela," respondió, con un tono ronco y cansado, en contraste con la risa inocente y emocionada de su hija ante sus nuevas adquisiciones.
Fue entonces, en la penumbra de ese rincón olvidado, que Joohyun encontró una carpeta desgastada. Sus dedos temblaron al abrirla, revelando papeles que parecían ser de la clínica donde había ido para su primera ecografía.
"Son los papeles de mi primera ecografía," murmuró, la confusión invadiendo su mente. No recordaba haber guardado esos documentos, pero el tiempo tenía sus maneras de esconder y revelar. Mientras inspeccionaba más de cerca, notó un par de sobres escondidos entre los papeles.
Con el corazón latiendo a mil por hora, escondió uno de los sobres intentando no ser vista, sus manos habían comenzado a temblar al reconocer la caligrafía de su difunta cuñada plasmada en la parte trasera de los sobres. Uno con la fecha del fin de semana de su partida de casa y otro con el título de 'Bae Joohyun'.
"¿Es de Seulgi?" preguntó Garam, acercándose con un brillo de emoción en sus ojos.
Sin importarle mucho Joohyun, Garam desdobló la carta que se encontraba dentro del sobre, sintiendo cómo las palabras de su difunta hermana cobraban vida ante sus ojos. Leyó en voz baja aquella carta de la cual él no era el destinatario, pero que de todas formas con cada frase seguía golpeando en su alma:
"Querido pequeño o pequeña,
Hoy te vi por primera vez, y pude oír tu corazón latir. Me enorgullece ser la primera persona en verte, sobre todo porque sé que no estaré a tu lado para seguir viéndote crecer. Pero de todas formas, quiero que sepas que siempre desearé lo mejor para ti.
Cuida de tu madre y de tu padre. Sé que ellos harán lo posible por protegerte y mantenerte feliz. Nunca olvides que eres profundamente amado. Aunque esté lejos, mi amor por ti es eterno y siempre te acompañará a dónde sea que vayas, voy a encargarme de ser tu ángel guardián.
Se feliz, cuídate y evita las mentiras. Te llevo en mi alma, hoy y siempre.
Con amor,
Seulgi."
"¿Seulgi sabía que estabas embarazada...?" Preguntó Garam, pero el nudo en su garganta no le permitió cuestionar más.
Las lágrimas comenzaron a asomarse en los ojos de ambos. La nostalgia y la tristeza se unía con la alegría de ver a su hija, Seulgi, jugando al fondo, inocente y llena de vida. Inconsciente de la situación.
Garam se levantó del suelo, huyendo de la habitación, sintiéndose asfixiado entre tantas emociones y recuerdos. Mientras que Joohyun cerraba sus ojos con fuerza, permitiendo que las lágrimas fluyeran libremente y en silencio, como siempre lo habían hecho.
...
"Querida Joohyun,
No puedo creer que esté escribiendo esto, pero siento que ya no hay otra manera de expresar lo que llevo dentro. Desde que llegaste a mi vida, todo ha cambiado de una forma que nunca imaginé. Al principio, era solo una atracción, una chispa que encendió algo en mí. Pero esa chispa se convirtió en un fuego intenso; un amor profundo.
Nos acercamos tanto que no pude evitar que te convirtieras en un refugio para mi. Recuerdo muy bien esa noche en la que te conté sobre mi vida, sobre lo difícil que ha sido para mí y cómo mi hermano ha tenido que cuidar de mí desde joven. Abrirme contigo fue un paso que nunca había dado antes, porque sentía que podía confiar en ti, sentía que entendías mis luchas y mis miedos.
Pero, a medida que me sentía más cerca de ti, tú te alejabas. Te veía buscar algo estable, y aunque deseaba estar contigo con todas mis fuerzas, también comprendía lo sola que te sentías y lo imposible que es para ti amarme. Lo único que no entiendo es ¿por qué? Tantas personas en el mundo, Bae… de tantas, tuvo que ser la única persona con la que no podría pelear tu amor. Puedo jurarte que intenté ser fuerte, aceptar su felicidad, odiarte, ignorarte, intente tanto pero cada día se hacía más difícil, porque a ti no parecia importarte lo que yo sentía. Eres cruel, Bae.
Te vi mudarte con él, y aunque nunca lo dije, mi corazón se rompía en mil pedazos. Intenté odiarte con todo mi ser, hacer de tu existencia un cero, pero la verdad es que nunca dejé de amarte y dudo que en algún momento pueda hacerlo. No puedo teniéndote tan cerca, no puedo viéndote todos los días. El anillo de compromiso no fue nada en comparación de cuando me enteré de tu embarazo, fue como un golpe bajo que me dejó sin aliento. En ese instante, supe que lo había perdido todo.
Estuve intentando aceptar esta realidad, pero no puedo soportar el dolor de verte construir una vida con él, mientras mi amor por ti sigue aquí, intacto. Supongo que entiendo por qué elegiste eso; tal vez soy demasiado complicada de amar ¿verdad?
Pero no te preocupes por mí. Siempre te llevaré en mi corazón, Joohyun. Aunque no pueda estar a tu lado, quiero que sepas que siempre serás la persona que me mostró lo que es el amor real, puro y doloroso.
Te deseo toda la felicidad del mundo, aunque mi corazón esté destrozado. Siempre estaré aquí, en silencio, amándote desde la distancia.
Con todo mi cariño,
Kang Seulgi."