The weakness of the devil 🖤

Capitulo. I

- ¡Teymet! - Grito enojada mientras bajaba las escaleras de la enorme casa que teníamos. -

- ¿Que paso Madre? - Pregunto acostado en el sofá donde estaba jugando un Juego en su celular. -

- ¿Donde esta Sayck? - Pregunto enojada. -

- ¿Pues esta en su habitación no? - La miro mientras le ponía pausa a su juego para prestarle la mejor atención
posible. -

- ¿Seguro? - Pregunto confundida. -

- Si, esta ahí leyendo un libro nuevo que compró. - Sonrió inocentemente. -

- hmm.. bien - Camino hacia arriba para ver si realmente estaba en mi habitación. -

Camino hacia arriba en la cuarta planta donde se encontraba mi habitación donde en la puerta ponía "Entra sin permiso si gustas un boleto al otro mundo" pero ese mensaje era para todos excepto para mis hermanos, pero a Kinam le dio igual, simplemente entró sin pedir permiso, gracias a las llamas del infierno yo estaba de un humor tranquilo.

- ¡Sayck! - Exclamó antes de ver que yo me encontraba en mi cama leyendo un libro de suspenso. -

- ¿Uhm? ¿Que pasa Kinam? - Dije mientras entre cerraba el libro y la
veía. -

- Oh.. pensé que te habías vuelto a escapar, lo lamento. - Suspiro. -

- No, prometí que no lo haría hasta que pasaran todos los problemas pendientes. - La mire con la misma mirada que siempre tenía, una de aburrimiento ya que deseaba seguir leyendo el libro. -

- Bien. Y por cierto, no me digas Kinam, dime "ma" aunque sea porfavor. - Expreso mientras me veía a los ojos. -

- Jamás serás mi madre, pero podría intentar aunque sea decirte Uktyum. - Pronuncie esa palabra en el idioma de quienes solo podian dominarlo los demonios de mejor nivel. -

- ¿Ukty que? - Pregunto
confundida. -

- Uktyum, significa Madrastra en nuestro idioma. - Suspire mientras la veía a los ojos. -

- Oh, suena bien. En fin, cualquier cosa estoy abajo. - Dirigió una sonrisa amable hacia mi. -

- Claro, gracias Uktyum. - La mire amablemente mientras regresaba a mirar de nuevo mi libro mientras ella cerraba la puerta de mi habitación. -

- Odio sentirme vigilada la mayoría del tiempo, se que causó desastres pero no es la forma. - Pense mientras cerraba el libro para luego recostarme y mirar el techo. -

Me preguntaba que sería bueno hacer, no quería continuar el libro por que sabía exactamente que algo terminaría mal así que prefería leerlo cuando estuviera prepara mentalmente.

- Bien, dormiré un rato. - Me acomode de lado ya que resultaba dormir más cómodo para mí así hasta que a alguien más se le ocurrió tocar la puerta. -

- ¡Sayck! - Grito desde el otro lado de la puerta. -

- hmm ¿Quién es? - Pregunte con los ojos cerrados. -

- Cómo que ¿Quién es? Pues obvio soy Ikito. - Dijo reclamando desde el otro lado de la puerta. -

- Vete, nadie te quiere. - Me burlaba de el con eso por que era mi frase preferida. -

- ¡Ya! Déjame entrar.

- Esta abierto, pasa. - Dije mientras veía la puerta. -

- Abrió la puerta y me miro. - Te tienen como animal en cautiverio.

- Me halagas. - Dije mientras lo veía con una mirada de sueño. -

- Chinga, eso ni era halago. - Me miro de pies a cabeza. -