Dos desconocidos

12 2 0
                                    

1 capítulo
Hola, soy Sandrith. Soy una chica que mide 1.66 metros, morena, con el pelo rizado y ojos de color marrón. Tengo 17 años, me gusta jugar voleibol, beber Coca-Cola y ver anime. Vivo en Madrid y estudio en una de las mejores escuelas de la ciudad, el Colegio San Patricio. Entré a la escuela gracias a una beca, pero lo malo es que soy nueva aquí.
Se me había olvidado mencionar que antes estudiaba en una escuela pública, y de ahí fue que gané la beca para entrar en la mejor escuela de Madrid. Lo bueno es que mis amigas también ganaron la beca para entrar en la misma escuela que yo. Mis amigas se llaman Lohana, Valeria, Ivis y María.

Lohana mide 1.67 metros, es blanca, con el pelo liso y ojos marrones. Le gusta jugar voleibol, que le hablen bonito, y es adicta a las gomitas. Tiene 15 años. Valeria mide 1.66 metros, es morena, con el pelo corto y rizado, y ojos marrones. Le encanta jugar voleibol, las estrellas y la ropa ancha. También tiene 16 años. Ivis mide 1.60 metros, es blanca, con el pelo corto y liso, y ojos marrones. Le gusta jugar voleibol, salir y le encanta el maquillaje. Tiene 16 años. María mide 1.60 metros, es blanca, con el pelo ondulado y ojos marrones. Le gusta jugar voleibol, los osos de peluche y comer. También tiene 16 años.

A María la llamamos Chiki porque es la más pequeña de estatura, al igual que Ivis, pero a Ivis la llamamos por su nombre, mientras que a Lohana la llamamos Loha y a Valeria, Vale.

Después de arreglarme, bajé para desayunar y saludé a mi mamá.

—Hola, ma, ¿cómo estás? —dije.

—Hola, hija, bien. ¿Cómo amaneciste? —respondió ella.
—Bien, ma. ¿Y mi papá?

—Se fue a trabajar, hija, porque le tocó temprano hoy.
—Mm, ma, ¿ya está el desayuno?

—Sí, hija, siéntate para que desayunes.

Desayuné rápidamente y me despedí de mi mamá.

—Chao, ma, me voy para la escuela.

—Chao, hija. Que te vaya bien.

Salí de casa y me dirigí a la escuela, que estaba un poco lejos. Cuando llegué, miré el enorme edificio y respiré hondo, preparándome para mi primer día.

DOS DESCONOCIDOS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora