Capitulo 6
Nik y yo estábamos despidiéndonos después de reírnos cuando de repente me preguntó:Nik:
—¿Dónde vives?Yo respondí:
—A cuatro cuadras de aquí. ¿Y tú?
Nik:
—Mmm, yo vivo un poco más lejos.Yo:
—Mmm.
Nik:
—¿Te puedo acompañar a tu casa, Sandrith?Yo:
—No, no te preocupes, Nik.Nik:
—Sandrith, no es ninguna molestia. Yo te acompaño y después me voy para mi casa.
Yo:
—Bueno, Nik.
Nik:
—Hasta que por fin...
Yo:
—Nik, eres una persona a la que le gusta insistir, ¿verdad?
Nik:
—No, para nada. Solo quiero acompañarte para que no te vayas sola. Pero tú sí eres una persona terca, ¿verdad?
Yo:
—No, es solo que me gusta hacer las cosas por mí misma.Nik:
—Bueno, ya... jajaja.Yo:
—Jajaja
En ese momento, recibí una llamada. Era mi mamá.—Hola, mamá.
—Hola, hija. ¿Dónde estás? ¿Por qué no estás en casa?
—Mamá, salí a dar una vuelta porque estaba aburrida.
—Hija, ¿sabes qué hora es? Son las 12:00 a.m.
—Ay, es verdad, mamá. Ya voy para la casa.
—Bueno, hija. Ten cuidado y llega rápido antes de que llegue tu papá y te regañe.
—Bueno, mamá. Le dije a Nik:
—Necesito irme.
Nik:
—Vamos, yo te acompaño. Es demasiado tarde para que te vayas sola.Yo:
—Bueno, vamos. Tengo que llegar rápido.Nos fuimos a mi casa y cuando llegamos, toqué la puerta y mi mamá abrió.
—Hola, mamá.
—Hola, hija. ¿Qué haces saliendo a esta hora?
—Disculpa, mamá. Es que estaba aburrida.
—¿Y quién es este muchacho?
—Él es Nik, un amigo que conocí. También estudia en el mismo colegio que yo.
—Hola, mucho gusto. Soy Nicolás, pero me puedes llamar Nik.
—Hola, Nicolás. Gracias por traer a mi hija a la casa.
—No se preocupe, no dejaría que Sandrith viniera sola.
—Bueno, hija, entra que ya es tarde y tu papá está a punto de llegar.
—Bueno, mamá.
Le dije a Nik:
—Chao, Nik. Gracias.Nik:
—Bueno, chao Sandrita. Chao... ¿cómo era tu nombre?
Mi mamá respondió:
—Ah, se me olvidó presentarme. Soy Rosa.
Nik:
—Bueno, chao Rosa. Chao, Sandrith. Que duerman bien.
Nik se fue y yo entré a la casa con mi mamá. Al entrar, mi mamá me regañó.
—Hija, ¿por qué sales a esta hora? Me hubieras dicho por teléfono que ibas a salir.
—Mamá, es que se me olvidó.
—Más te vale, hija. Ve, sube a tu cuarto, date una ducha y duerme. Tienes que ir mañana temprano al colegio.
—Bueno, mamá. Hasta mañana.
Me fui a mi cuarto, me duché, me puse mi pijama y me acosté en mi cama. En ese momento, recibí un mensaje en mi móvil. Era de Nik, me mandó un "Hola".Yo le respondí:
—Hola, Nik.Nik:
—¿Te regañaron, Sandrith?Yo:
—Sí, pero no fue un regaño fuerte, jaja.
Nik:
—Fue mi culpa por invitarte a comer.
Yo:
—No, simplemente no llamé antes de salir.Nik:
—Mmm... ¿y cómo estás?Yo: —Bien.
Nik:
—¿Te puedo recoger mañana para ir juntos al colegio?
Yo:
—No sé, Nik... Sí.
Nik:
—Bueno, mañana te paso a recoger para ir juntos.Yo le mandé un emoji de risa.
Nik:
—Bueno, chao Sandrith. Que duermas bien.Yo:
—Igual, chao
Dejamos de escribir y me puse a pensar en Nik, en cómo nos tropezamos y desde ese tropiezo... ¡Ay no! Después me dormí.
Amaneció y me levanté. Me arreglé y bajé a la sala para desayunar. Saludé a mi mamá:
—Hola, mamá. ¿Cómo amaneciste?
—Bien, hija. ¿Y tú?
—Bien, mamá.
—¿Mamá, qué hiciste de desayuno?
—Hice pan con chocolate.
—Qué rico, mamá.Desayuné y fui a cepillarme los dientes. En ese preciso momento, tocaron el timbre. Mi mamá fue a abrir y era Nik. Él le dijo a mi mamá:
—Hola, señora Rosa. ¿Cómo amaneció?
Bien, Nicolás. ¿Y tú? ¿Qué haces aquí?
—Vine a recoger a su hija para llevarla al colegio. Yo también estudio en el mismo colegio.Mi mamá me llamó:
—Sandrith, sal.Salí y mi mamá me dijo:
—¿Por qué no me habías dicho que Nik te iba a recoger?
—Mamá, se me olvidó.
Mi mamá:
—Bueno, Nik, la llevas, pero si me entero de que le haces daño, te mato.
Nik respondió:
—No se preocupe, señora. Ella conmigo va a llegar sana y salva.
Mi mamá:
—Eso espero de ti, Nicolás.