4

30 4 3
                                    

••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••
°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°

NADA DE LO QUE VERÁS EN ÉSTA HISTORIA ES REAL, ES FICCIÓN. NO TE LO TOMES ENSERIO.

••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••
°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°

Fuertes sonidos de la puerta siendo golpeada hizo que, tanto don Ramón como el Chavo, se despertaran. El mayor fue el que se dignó a abrir la puerta con un cierto enojo.

Doña C: Buenos días don Ramón. -saluda mientras veía al pequeño- Él no debería estar en clases?

C: Pues qué hora es?

Doña C: Las ocho y dieciocho de la mañana.

Chavo no perdió tiempo, agarró su maleta y se fue corriendo sin llegar a despedirse de alguno de los dos. Todo transcurrió normalmente en la jornada escolar, hubo escándalos, regaños y una que otra ofensa inocente, lo típico de cada jornada.

Los niños ya estaban de regreso en la vecindad, Chavo se dirigió a casa de don Ramón el cual estaba tomando una siesta en el sillón. Caminó hacia la mesa para poco después sentarse en una silla que estaban frente a ella y acto seguido, agarró un pan. Todo esto lo hizo en completo silencio ya que no quería despertar al mayor.

Don Ramón se tomó su tiempo al dormir ya que se despertó cuarto para las tres de la tarde.

C: Durmió bien? -pregunta sin verle-

Don R: Pude haber dormido mejor... -responde empezando a bostezar-

C: Ay ron Damón. -menciona en voz baja-

Don R: Por cierto, haz vuelto a escuchado voces? -pregunta mientras se estiraba-

C: No, creo que fue mi imaginación.

Don R: A lo mejor pero–.

Sin poder decir más, la puerta que se encontraba abierta, se cerró bruscamente. Aquello hizo que ambas personas se asustaran, poco después, don Ramón se acercó lentamente a la puerta para ver que había sucedido y todo el lugar empezó a moverse.

Un temblor había comenzado, todos los habitantes de aquella vecindad salieron alertados y, como al Chavo le había dado la garrotera, don Ramón lo cargó y lo llevó al lugar donde todos estaban yendo.

Cuando las sacudidas finalizaron, cada quien se dirigió a su respectivo hogar. Chavo aún seguía alterado por lo del temblor y estaba alerta en caso de que ocurriera nuevamente.

Don R: Trata de calmarte, ya terminó.

C: Pero y sí pasa de nuevo? Y sí es algo aún peor? Y sí morimos?! No quiero morir!!

Don R: Nadie va a morir, Chavo. -dándole leves palmaditas- Andas muy alterado por lo sucedido, trata de dormir, sí?

C: Pero–.

Don R: No hay peros, duerme.

El menor hizo lo solicitado, quedó profundamente dormido ni bien pasaron tre minutos. Don Ramón salió de la casa y se dirigió a la entrada de la vecindad, poco después prendió un cigarro para empezar a fumar.

Prof. J: No debería fumar. -quitándole el cigarro-

Don R: Hah! -rie de forma sarcástica- Lo dice el profesor que fuma en el salón de clases. -quitándole el cigarro-

Prof. J: Buen punto. -sacando un tabaco y empezando a fumar- Cómo va?

Don R: He tenido días mejores.

Prof. J: Usted no, me refería al Chavo.

Don R: Pues aún está nervioso de que ocurra otro temblor. -soplando el humo de su boca-

Prof. J: Siendo sincero, no creo que–.

••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••
°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°

✅Sυϲєѕοѕ: ϐυєиοѕ γ мαℓοѕ❌ [El Chavo Animado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora