Ella

258 16 3
                                    

Taehyung era uno de los ángeles más importantes en el reino de los cielos, pues era el encargado de bajar a la tierra y supervisar la vida humana el último día de cada mes. Y así fue por siglos, hasta un 31 de diciembre de 1804, en una fiesta de ricos en el centro de Francia. La miró a ella, una mujer deslumbrante con cabello castaño, ojos azules y una piel blanca, con una mirada un tanto desubicada. Y, aunque nunca había hablado con un humano, no pudo resistirse y preguntó: "¿Busca a alguien, señorita?" Ella, al notar que se dirigían a ella, levantó el rostro y sonrió al ángel. El ángel pudo jurar que sintió algo removerse en su pecho. "Así es", contestó su pregunta, "busco a mi hermana, estaba bailando con alguien por aquí, pero ya se ha hecho tarde y necesitamos volver a casa". El ángel asintió para decir que la había visto, miró hacia un grupo de personas que se habían ido por aquel pasillo y dijo: "Puede que ella se haya ido por ahí". "De verdad, muchas gracias", dijo ella, "espero verlo después, señor". Dicho eso, se fue, dejando al pobre ángel con el corazón acelerado.

Al mes siguiente, la volvió a encontrar, y al siguiente, y al siguiente. Cada mes, bajaba a Francia con la esperanza de verla, rompiendo así las reglas al enamorarse de ella. Empezó a bajar más seguido y pasó todo su tiempo en la tierra con ella, acto que no fue bien visto por sus superiores. "¿Cómo es posible que un ser divino se haya enamorado de una mortal?", le reprendieron. "¿Cuál será mi castigo, superior?", contestó el ángel, ya sabiendo su destino. "No volverá a bajar a la tierra, tu castigo será no volverla a ver. ¿Estás de acuerdo?", preguntó. "Lo acepto", contestó con todo el dolor de su alma.

Así transcurrió el tiempo, y se miró al pobre ángel, más triste y decaído, pues no podía olvidar el gran amor que sentía por aquella mortal. Y Dios, al ver la tristeza en su querido ángel, lo llamó: "¿Qué pasa, mi querido ángel? No eres feliz aquí en el cielo", preguntó. "Si le dijera que lo soy, le estaría mintiendo, señor, y eso es un pecado", contestó. "¿Tanto amas a aquella mujer?", cuestionó. "Daría mi vida inmortal por un momento a su lado, mi señor", contestó. "Entiendo", dijo Dios, "no me gusta ver cómo mis hijos sufren. Por lo que te concederé la vida terrenal, pero debes cumplir un castigo por romper las reglas del cielo, y el tuyo será conservar tu vida inmortal, siendo obligado a verla morir, una y otra vez. ¿Estás de acuerdo con eso?", cuestionó Dios. "Mientras la vuelva a encontrar en cada una de sus vidas, estaré bien con eso, mi señor". "Entonces, ten una buena vida, hijo mío. Muchas gracias, señor", dijo el ángel, y bajó del cielo, dejando su hogar atrás y construyendo un nuevo en la vida terrenal.

Y si fuera ella ( Taekook )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora