Mercenarios Jerónimo (3)

221 32 10
                                    

Al pasar por el portal pude sentir un cambio radical en el ambiente. La temperatura que antes era fría, había bajado aun más.

Ya no me encontraba cerca de un pueblo sino en el medio de un bosque.

Aunque era de día, los rayos del sol no podían tocar el suelo debido a la gran ventisca que me rodeaba.

Aunque no solo habían cambiando los alrededores, también mi ropa.

Mi equipo térmico había desaparecido y había sido cambiado por un uniforme militar.

Era de un color verdoso con unas líneas rojas en los hombros y con rasgaduras en las puntas de las mangas y los pantalones también estaban rasgados.

Era un uniforme soviético, uno en mal estado.

Aunque no solo cambió mi ropa, también al entrar se me dio algo.

Mirando mi mano estaba sosteniendo un rifle.

[Fusil reglamentario soviético Mosin Nagant]

-Fusil manufacturado en masa usado por fuerzas regulares del ejercito ruso.

-Esta arma no puede ser usada fuera de la mazmorra

Comparado con mi Desert Eagle este rifle era una porquería.

Tire el arma y me resguarde en un lugar seguro para sacar todo el equipo que prepare para esta incursión.

Al entrar sabía que mis ropas cambiarían así que guarde todo el equipo que de verdad usaría dentro de mi estigma.

Me escondí detrás de unos arbustos y árboles cerca de la entrada ya que la zona de peligro estaba mas adelante.

Era una tortura cambiarme con este frio pero esto era algo necesario.

Al terminar de cambiarme estaba vestido con un traje Ghille de color blanco para camuflarme mejor en este ambiente invernal, el mismo tenía mejoras como pasos silenciosos y de camuflaje.

Por supuesto todo esto fue dado por mercenarios jerónimo o mejor dicho, por la tropa camaleón.

-En cuanto a calidad de equipos, ellos son sin duda los mejores.-

Equipe mi Desert Eagle y lo transforme en su variante de rifle de francotirador.

También saque el arco de artemisa, sus ventajas pasivas también me servirían.

Decidí moverme con movimientos lentos por el bosque mientras revisaba los alrededores con ojos de depredador.

Esta mazmorra no era una común y corriente. El enemigo no era un ejercito, no había que resistir oleadas.

Todo lo que había aquí era un solo monstruo que se le podría considerar como un jefe.

Cuando escribía mi novela, esta misma no apareció pero fue mencionada como uno de los pocos fracasos en la carrera heroica de Kim Suho.

Sí, Kim Suho, el santo de la espada, el héroe del mañana, el rey del harem, mi protagonista. Ese mismo no pudo derrotarlo.

-¿Por que estoy aquí?-

 Si Kim Suho no pudo derrotarlo, yo, que soy infinitamente menos fuerte  mucho menos.

La razón de la derrota de Kim Suho era simplemente porque era mal partido.

Verán, el enemigo a derrotar es un tirador y Kim Suho era un usuario de espadas.

Aunque la pelea no la mostré mencione que Kim Suho casi no la cuenta.

The Novel's Extra - Alter StoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora