Capítulo 36: ¿Noche buena o buena noche?

283 33 7
                                    

[De acuerdo a las nuevas pautas de Wattpad se aclara que todos los personajes (implicados en relaciones sentimentales y eróticas) tienen 19 años.]

Advertencia: contenido +18

Los pasos se oían cada vez más cerca, eso hasta solo escucharse la voz de la matriarca de los Yaguchi.

Al parecer no iba a la habitación de su hijo, simplemente estaba de más tomada o eso suponían por qué los pasos parecían tambaleantes. Ahora qué diablos harían con lo que pasaba entre sus piernas. En lugar de asustarlos, más tentador sonaba el asunto. Aun teniendo la mano entre las prendas de su novio no dejó de hacer lo suyo. El ambiente estaba tan bien entre ellos. Quién sabe si se dieron la molestia de poner mínimo el seguro a la puerta.

Eso les trajo recuerdos de la vez que Hashida entró a molestar esa vez en su casa.

Su mano se sentía tan bien. Le daba vergüenza cada sonido que salía de su boca, pero no podía permitirse ser tan escandaloso más cuando su suegra estaba divagando del otro lado de la puerta.

Sin duda este era un buen regalo de nochebuena.

—N-No pares…—jadeó lo más bajito que pudo.

—¿S-Seguro?

—A-Ah…Si..

Su espalda se arqueó hasta no poder más. El trabajo estaba hecho y obviamente no estaba para nada decepcionado. Era un calor que lo recorría lentamente de arriba para abajo y se sentía bien con ello. Ver al rubio sin camisa era la única imagen que quería tener en su memoria. Si pudiera le haría un cuadro que después quemaría por qué no soportaría que alguien más admirara a su novio.

—No sabía que podías llegar a enloquecerme tanto Yota.

—Mira quién habla.—sonrió recuperando el aliento.

—¿Crees que debamos seguir?

Yota lo miró extrañado de eso, ¿Acaso fue desagradable tocarlo?

—¿Por?

—Bueno, no sé, por lo menos hay que poner seguro a la puerta.—rio nervioso. —Recuerda lo que pasó la última vez con Hashida.

Si tan solo supiera que se calentó con la idea de que alguien entrara… Ya estaba empezando a sentir mal solo de pensar eso, pero el calor que le generó ya nadie se lo iba a quitar más que el rubio.

—S-Si… tienes razón.—sonrió nervioso.

—¿Pasa algo Yota?

—N-No ¿Por?

—No sé, te veo distinto, ¿No te gustó?

—N-No es eso, es que pensé que había sido desagradable tocarme…

El rubio volvió a recostar a Takahashi en la cama, le dio un beso en la frente y le sonrió como él sabe hacerlo.

—Nunca digas eso, para mí ha sido la experiencia más hermosa que he tenido, quiero grabarme cada gesto de tu rostro y cada sonido, cada cosa que tenga que ver contigo, nunca olvides eso, eres mío y yo soy tuyo.

Nuevamente unieron sus labios en un beso tierno. Aunque no pueda decírselo, está arrepentido de no haber aprovechado el tiempo que tanto se dedicó a hacerlo de lado. Ya no lo veía de esa manera, ahora sus ojos lo veían como lo más importante y bonito que tenía.

—Te amo Yota. —soltó mientras se acurrucaba al lado del azabache.

—No más que yo.

Los dos se durmieron el uno al lado del otro. Por fin Yota se sentía querido como tanto deseaba ser amado por el rubio. Si eso fuera un sueño al día siguiente, se sentiría de la mierda. Que bueno que ese no era el caso.

Insoportable [YatoYota]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora