bed chem ; jenlisa

are you free next week?

Después de ese encuentro entre Lisa y Jennie, la coreana decidió que tomaría un tiempo para pensar las cosas. Su pareja sexual le había dicho que la amaba y que tenía sentimientos por ella, algo que obviamente la sorprendió. Literalmente, todas sus amigas lo sabían; de hecho, su segundo nombre era Jennie "no quiero compromisos" Kim. Y que ahora alguien le llegara con esto la mataba.

Y así fue. Se encontraba en un café junto a sus dos mejores amigas, Rosé y Jisoo. Un dato importante es que estas dos eran novias, así que siempre se la pasaban de melosas frente a la pobre Jennie, y no podía mentir, le molestaba un poco. Ella también quería descubrir cómo se sentía eso, pero no con alguien que simplemente quería sexo.

—Y bueno, Jennie, ¿qué te impide no aceptarle? —dijo Jisoo antes de comer un poco de su postre de fresas.

—Pues... no lo sé, es raro. Hace tres meses solo teníamos pues...

—¿Relaciones sexuales? —dijo Rosé sin ningún tipo de pulcritud.

—¡Ash, sí, Roseanne! —la pelinegra volteó los ojos.

—Amor, estamos en un sitio público... —dijo Jisoo, riéndose de la situación.

—Bueno, ustedes lo saben, simplemente nos buscábamos cuando estábamos aburridas, o nos hacía falta la otra, o queríamos besarnos o...

—¡Ahí está! ¿Cómo que se buscaban cuando se extrañaban? Claramente ya te gustaba —la rubia rió pícaramente.

—Tienes un punto —dijo Jisoo.

—Shh, cállense. Pues quizás me llegó a llamar la atención, pero ¡ya no más! Dije no más porque no quiero comprometerme con alguien justo ahora. Y sí, es linda, graciosa, tiene un cuerpo para morirse, y es súper cariñosa, pero nop.

—Como digas, Kim. En algún punto tendrás que aceptarla, apuesto que se está muriendo por ti.

—No lo creo, quizás solo quiere jugar conmigo.

Mientras tanto, con Lisa...

—Minnie, me estoy muriendo —dijo Lisa, llorando mientras hablaba por teléfono.

—Dios, Lisa, es simplemente una chica. Hay miles en el mundo, viaja a alguna parte, no sé...

—¡No lo entiendes, Minnie! Es la mujer de mis sueños. Me voy a volver loca.

—Pero...

—¿Puedes creer que simplemente me dijo que me fuera de su casa sin dejarme explicarle nada? Carajo, no entiendo qué hice mal.

—Lisa, tranquila... A veces las personas reaccionan así cuando no saben cómo manejar sus propios sentimientos. Quizás ella también está confundida, ¿no crees? —respondió Minnie, intentando calmarla.

—No lo sé, Minnie. Solo sé que la quiero en mi vida, y no solo para tener sexo, sino como mi novia o algo más.

—Dale un tiempo, déjala pensar. ¿Qué tal si la invitas a un lugar la próxima semana? Gánatela, y puede ser que empieces a gustarle de otra forma.

—¡Buena idea, Minnie! Te besaría el cerebro —dijo Lisa, entrando rápidamente al chat que tenía con la coreana.

—Bien, me avisas cuando le escribas. Estaré apoyándote acá mismo —respondió Minnie, con una sonrisa en la voz.

Lisa no perdió tiempo y le escribió a Jennie: "¿Estás libre la próxima semana?"

Mientras tanto, en el café...

Jennie estaba en medio de una conversación con Rosé y Jisoo cuando su teléfono vibró. Lo sacó de su bolso y vio el mensaje de Lisa. Frunció el ceño un poco y mostró la pantalla a sus amigas.

—¿Qué te pasa ahora, Jennie? —preguntó Rosé al notar la expresión de su amiga.

—Es Lisa... me acaba de preguntar si estoy libre la próxima semana —respondió Jennie, un poco confundida.

—¡Oh, mírala! Quizás quiere hablar seriamente contigo —dijo Jisoo, levantando una ceja, divertida.

—No lo sé, chicas. Esto se está volviendo más complicado de lo que pensé —suspiró Jennie, mirando de nuevo el mensaje en su pantalla.

—Bueno, tal vez deberías darle una oportunidad para explicarse, ¿no? —sugirió Rosé, sonriendo suavemente.

Jennie asintió, todavía dudosa, pero decidió responderle: "Sí, estoy libre. ¿Por qué preguntas?"

Jisoo y Rosé intercambiaron miradas cómplices, sabiendo que las cosas entre Jennie y Lisa estaban lejos de terminar.