"Ella estaba rota, buscando un milagro para escapar de su propia prisión.
Él, un hombre poderoso, necesitaba a una mujer para mantener el control sobre los suyos.
Dos caminos opuestos que se cruzan por necesidad, pero el destino tiene otros planes.
...
He notado que Gia está actuando raro. No sé qué le pasa, pero tengo que averiguarlo. Esta incomodidad me tiene jodido, y ella y su amiga han estado comportándose de forma extraña. Maxi me dijo que hackearon nuestros móviles, pero no puede dar con el hijo de puta responsable. Quien sea, sabía exactamente lo que hacía: no dejó rastro, excepto una búsqueda que parece una maldita burla.
"Mapa de Positano, Italia"
O es un imbécil o quiere que sepa dónde está. Desde que me despedí de Gia, esta sensación en el pecho no me deja tranquilo. Si algo les pasa a ella o a su amiga... No me lo voy a perdonar jamás.
Por la tarde, Maxi me llama. Dice que tiene novedades del hacker. Presiento que no me va a gustar lo que va a decir. Cuando entra en mi despacho con esa cara de mierda, sé que algo anda mal.
-Alessandro, esto es serio. No estamos hablando de una persona, sino de dos. -Su tono está cargado de preocupación-. Son conocidas como La Hermandad de Medianoche. Se cree que fueron prostitutas, pero la realidad es más jodida. Fueron secuestradas y vendidas al mejor postor. No me sorprende quién las compró, pero hay algo que no me cuadra. Los datos dicen que eran dos mujeres vírgenes, pero al momento de la venta, solo una lo era. Además, la edad tampoco coincide.
Su rostro refleja una mezcla de furia y tristeza que me pone en alerta. -¿De quién estamos hablando, Massimo? Dime los jodidos nombres. Los de ellas y del cabrón que las compró.
Estoy al borde de perder el control. Cada palabra que sale de mi boca está cargada de rabia, y el dolor me quema por dentro.
-Nicolay Novikov las compró. Eran hermanas. Ambas vírgenes. Tenían 16 y 19 años cuando fueron vendidas. Una de ellas intentó escapar... y no sobrevivió. La otra fue entregada a Vladimir, su hijo, como premio de iniciación en la Bratva. -Maxi se detiene un momento. Su voz tiembla al mencionar esto último-. Mi hermana... mi hermana pasó por algo similar.
Su confesión me golpea como un balazo. La ira me consume y lo único que puedo hacer es barrer todo lo que está sobre mi escritorio.
-¡Ese maldito ruso hijo de puta! ¡No sirve para nada más que joderle la vida a otros! ¡Y esas crías están jugando con fuego! ¡Me cago en sus madres, joder!
Maxi golpea la mesa, apretando los puños. Puedo sentir su furia, pero también su dolor. Intento calmarme, aunque es casi imposible.
-Tranquilicémonos. Vamos por partes. Dijiste que había algo que no te cerraba. Supongamos que no son hermanas. Tú mismo lo dijiste: una murió. ¿Qué tal si la otra conoció a esa segunda mujer después de todo esto?Maxi frunce el ceño y ojea la carpeta que trae. Su expresión cambia de golpe.
-Mierda, Alessandro, tienes razón. Se conocieron después de que Vladimir la "inició". Falsificaron todos los documentos necesarios, por eso las edades no coinciden. Ahora todo encaja: actualmente tienen 25 y 27 años. Cuando se conocieron, tenían 19 y 17. La hermana que murió no tenía 17... sino 16.
Su tono está cargado de frustración. Sé que este tema le recuerda a su hermana, y eso lo está destruyendo por dentro.
-Max, tenemos que encontrarlas. Creo que ya sé por qué hicieron esa búsqueda.
-¿Por qué buscarían un mapa de Positano? Según los datos, no hay conexión contigo ni con los italianos.
-No tiene que ver con nosotros, pero sí con los rusos. Van tras la carga que llega este viernes. No me preguntes cómo lo sé, solo lo sé.
La mirada de Maxi cambia. Una sonrisa torcida aparece en su rostro.
-Están locas. En cuanto los rusos las vean, estarán muertas.
Niego con la cabeza. Ahora todo empieza a cobrar sentido.
-Quieren que estemos allí. Saben que solas no pueden contra ellos, pero hay algo más. No estarán cuando lleguemos. Esto no es solo una advertencia. Hay algo más que no estamos viendo.
Maxi me mira como si estuviera loco.
-¿Te estás escuchando? ¿Acaso ahora eres adivino?
Ignoro su broma. Nos conocemos demasiado bien para no saber que lo hace para desviar el tema.
-No necesito adivinar. La información sobre la Hermandad de Medianoche lo dice todo. Cada vez que las autoridades o los matones llegan a una escena, ellas ya no están. No dejan rastro. Nadie las ha encontrado. No conocen sus caras ni sus identidades. Solo saben que son mujeres... y que son letales. Maxi asiente. Sabe que tengo razón.
-Tengo un conocido en el bajo mundo. Puede ayudarnos, pero el precio será alto. Y no hablo de dinero, sino de personas. No quería recurrir a él, pero necesito saber quiénes son.
Un mal presentimiento se instala en mi pecho. Gia está involucrada en esto. No sé cómo ni por qué, pero lo está.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡¡¡HOLAA MIS LECTORES!!!!
QUE PASO NO SE ESPERABAN TANTA INFO EH???
BUENO ESPERO QUE LES GUSTE Y QUE ESTEN BIEN
NOS LEEMOS PRONTO MIS LECTORES LOS QUIERO<3
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.