María Becerra era una estudiante de nuevo ingreso en el la universidad de California en Los Ángeles, venía desde Argentina, pero todos sus planes se fueron al suelo al ver con quién compartiría su dormitorio.
Pov: María Becerra
{estaba entrando en el dormitorio, al abrir la puerta, un olor a cigarro inundaba la habitación, al entrar completamente, mis ojos se abrieron como platos al ver a esa persona}
-M: tú!? Es en serio!?
La persona en la habitación era nada más y nada menos que el mismo Tom Kaulitz, quien llevaba una rivalidad con la chica desde que eran pequeños.
-T: no te alegras de verme?
-M: si hubiera sabido que estaría contigo en la habitación, juro que no hubiera ni pasado cerca de esta universidad.
-T: ouch.- dijo el pelinegro con un tono de dramatismo notable.
-M: qué haces aquí?
-T: yo? Más bien TÚ qué haces aquí? Pensé que no te volvería a ver desde que te fuiste a Argentina.
-M: y créeme que me hubiera gustado quedarme en Argentina.
{rodé mis ojos y entré en la habitación para acomodar mis cosas}
-T: me vas a ignorar?
-M: no pienses que estoy contenta de estar contigo.
-T: y crees que yo sí?
-M: la verdad no me importa tu opinión.
-T: y será que a mí sí.
-M: mira, no quiero que me dirijas la palabra, no fuimos amigos, no lo somos y no seremos amigos.
-T: que malgeniada.
-M: ay ajá.
-T: siempre has sido una puta terca, hace más caso una mula.
-M: eso qué tiene que ver con la conversación?
-T: nada, te lo quería decir.
-M: Dios mío, con cada año te volviste más estúpido.
-T: mira, María de los Ángeles Becerra, respétame, no te he insultado en ningún momento y he tratado de llevarla bien contigo, pero no cambias nada y sigues siendo una maldita loca que no respeta a nadie!
-M: y qué vas a hacer!? Crees que es lindo tenerte aquí!? Pues no, no me agradas ni un poquito!
-T: y tú crees que a mí sí!?
-M: pues no y espero nunca tener que estar contigo después de esto!
-T: por qué eres tan difícil!?
-M: acaso te he pedido que me trates bien!?
-T: pues, pues no, pero-.
-M: pero nada, Tom, tú por tu lado y yo por el mío.
-T: okay.
{y así pasaron las horas, ninguno de nosotros se dirigió la palabra. En la noche me invitaron a una fiesta, así que comencé a arreglarme}
-T: para dónde vas?
-M: que no te importe a dónde voy o de dónde vengo.
-T: dime ya mismo, a dónde vas.
-M: por qué te importa tanto, no te pienso decir.
El chico se quedó callado.
-M: voy a volver en la madrugada, adiós.
{las horas pasaron, yo estaba tranquila sin la presencia de ningún alemán de cabello negro con trenzas que mide 1,86. Claro que tomé, me prendí, quedé vuelta nada, me metí con un tipo. Y al final... terminé llamando a Tom para que me fuera a buscar.}
ESTÁS LEYENDO
-Juro que te odio...-
FanfictionConocen el dicho "del odio al amor hay un paso"? Pues nunca pensamos en tomarlo tan enserio...