Tras el examen de graduación de la Niebla, Naruto se vio inmerso en una serie de actividades intensivas durante los días siguientes. Se encontró ante una multitud de trámites e inscripciones, un marcado contraste con la sencillez de Konoha. Cada mañana, se unía a la cola de shinobi recién graduados, rellenando formularios y proporcionando información detallada sobre sus habilidades y antecedentes. La burocracia de la Aldea de la Niebla era minuciosa y exhaustiva, sin pasar por alto ningún aspecto. Este nuevo entorno se caracterizaba por la vigilancia constante y las pruebas sutiles, en marcado contraste con la atmósfera un tanto enriquecedora de la academia de Konoha.
La atmósfera de la Aldea de la Niebla era notablemente distinta. Las conversaciones entre shinobi y civiles se caracterizaban por un franco reconocimiento de las duras realidades de su mundo. A diferencia de Konoha, donde se enfatizaban los valores de la camaradería y la protección, en la Aldea de la Niebla la atención se centraba en la supervivencia y en la voluntad de actuar sin piedad. Los instructores eran francos sobre los peligros a los que se enfrentaban los nuevos graduados. Hablaban abiertamente de la espantosa naturaleza de sus misiones, de la probabilidad de muerte y de la necesidad de una lealtad inquebrantable a la aldea. Naruto era consciente de que no podía permitirse bajar la guardia ni un solo instante.
Un aspecto que llamó especialmente la atención de Naruto fue la prueba de lealtad. Una vez disipada la emoción inicial de la graduación, los graduados eran adormecidos con una falsa sensación de seguridad. A esto siguió una serie de pruebas de lealtad, tanto sutiles como más manifiestas, diseñadas para poner a prueba la lealtad de los graduados. Estas pruebas estaban diseñadas para identificar a posibles traidores o espías. Naruto se vio sometido a un escrutinio constante. Una noche, un instructor lo llevó aparte, haciéndole preguntas inquisitivas sobre su pasado en la Isla de Lian y sus motivos para ser leal a la Niebla. El corazón de Naruto latía con fuerza, pero su rapidez mental y su ingenio le permitieron responder con eficacia. Hizo un relato detallado de la trágica historia de su familia y de cómo sus muertes a manos de incursores habían motivado su dedicación a la Bruma.
A pesar del peligro y de la vigilancia constante, Naruto sorteó con éxito estas difíciles circunstancias. Era consciente de que cualquier paso en falso podría dar lugar a la revelación de su verdadera identidad y poner en peligro su misión. Cada día suponía un nuevo reto, pero se mantuvo alerta y decidido a sobrevivir, reunir información y mantener su tapadera.
El día de la asignación del equipo fue una sorpresa. Naruto había supuesto que le asignarían a un equipo. Esperaba que fuera un jonin no problemático, alguien que no llamara mucho la atención. Se sintió consternado al descubrir que lo habían puesto bajo la dirección de Jinin Akebino, uno de los Siete Espadachines Ninja de la Niebla originales que empuñaba el Kabutowari. Jinin fue el único superviviente del ataque de Might Guy y, a diferencia de Zabuza y Kisame, era el último miembro que quedaba de la generación inaugural de legendarios espadachines de la Niebla. Era el usuario original del Jutsu Kirigakure y un maestro de la manipulación del agua. Para gran decepción de Naruto, fue el único estudiante seleccionado para ser aprendiz de Jinin.
El día en que Naruto fue asignado a Jinin, la academia se llenó de una palpable sensación de inquietud. El instructor entró en el aula, con una actitud que reflejaba desdén. "Ésta es una de las hornadas menos prometedoras de la historia de la Niebla. Muchos de vosotros fuisteis expulsados después de la graduación debido a vuestra falta de determinación o de lealtad", declaró.
Naruto era consciente de que se trataba de un grupo de ninjas de alto rendimiento. Según su experiencia, en la Niebla las normas eran siempre rigurosas. No se hacía hincapié en el refuerzo positivo. El instructor continuó: "No sé qué cualidades vio Lord Jinin en uno de vosotros que le llevaron a seleccionarte como aprendiz".
ESTÁS LEYENDO
Naruto - El Último Portador de la Tormenta:
Random¿Y si Minato hubiera elegido a Konohamaru como jinchuriki en lugar de a Naruto? El resultado habría sido distinto para Naruto. Habría nacido dos años antes del ataque, habría crecido sin ser consciente de su herencia y habría experimentado desafíos...
