Capitulo 1
Se encontraba mirando el techo. Sus padres siempre le habían dejado de lado, se acostumbró a vivir en soledad desde hace mucho tiempo y realmente se esforzó durante años por llamar la atención sacando buenas notas o mejor dicho notas perfectas, ganó concursos, sacó títulos y premios, pero nada fue suficiente, nunca llegó a ser el centro del mundo de sus padres, no lo fue por las buenas y aun asi no se atrevia a intentarlo de mala manera pues le daba miedo llegar a decepcionarlos, sabia que lo hecharian a la calle si dejaba de serles útil en una mínima cosa.
Después de todo no habia pensado siquiera que era lo que él quería, se centró en lo que sus padres querían, aun así, nunca fue tomado en cuenta pero iba a seguir con la pequeña esperanza de que renunciando a todo lo demás centrándose en cumplir los deseos de ellos iba a llegar tal vez algún día donde comenzaran a tratarlo diferente.
Hasta ahora su vida había sido de esta manera, decirles que sí cuando querían que hiciera algo en específico como sacar las notas perfectas en los cursos que le eligieron, no hablarle a nadie a menos de que esa persona le aportara conocimientos o ayuda en sus clases, centrarse solo en estudiar con una única hora para descansar cada día y así con muchas otras cosas en su horario... en resumen vivía controlado. Su vista seguía en el techo de su habitación pero realmente estaba perdida mientras pensaba en todas las cosas que debía hacer esta semana... nunca tenia tiempo de siquiera hablar consigo mismo, suspiro cansado a mas no poder pero sin tener otra opción pues no podía parar de esforzarse en todo eso, ya había llegado muy lejos y aunque estaba sintiendo cada vez mas que no servía de nada seguir ahí en ese tipo de vida desperdiciando todo su tiempo aquí en la tierra no podía simplemente dejarlo, la presión de sus padres en él le daba el suficiente miedo como para no rendirse.Sintiéndose frustrado e imponente sus padres llegaron a él abriendo emocionados la puerta su habitación hablando de que deberia de comenzar a estudiar en la universidad ahora que ya se habia graduado del colegio y eso era... la peor carrera que pudieron haberle escogido lo supo en cuanto su padre le enseño los papeles donde lo habían inscrito, pero si era de esa manera que llegarían a verlo como alguien importante y de valor, su opinión dejaba de importar o al menos eso fue lo que le vino a la mente cuando aceptó sin presentar ni un solo descontento ante tal decisión aún si en su rostro solo estaba la sonrisa más falsa posible.
Al contrario de sus padres no tenía ni el mínimo entusiasmo de terminar estudiando eso, pero ¿qué más daba? al final estando en este punto de su vida ni siquiera sabía que era lo que le gustaba a él y después de todo este tiempo luchando por qué tomarán en cuenta por fin estaba pasando, pero aun así seguía sintiéndose igual de mal que siempre, ¿dónde estaba la alegría que esperaba obtener con eso? En ningún lado esa era la respuesta pero de todas formas no tenia mucho más que hacer si no hacía eso, no tenía interés en nada realmente.
Ya había pasado un buen rato desde que sus padres le dieron la noticia y de que habían salido de su habitación, ahora solo podía seguir mirando los papeles de inscripción llenos en sus manos lamentándose de tener que hacer esto hasta que interrumpieron sus intentos de no ponerse a llorar hablándole.
-Stanford, baja a cenar, queremos hablar contigo- llamó su madre interrumpiendo todo que pasaba por su mente gritando desde el piso de abajo.
Stanford suspiró levantándose lentamente de su cama, sabía que la conversación giraría entorno a las expectativas que sus padres tenían para él, pero viendo el lado bueno, era la primera vez que lo llamaban para cenar juntos en la mesa, aunque no tuviera ganas de escuchar absolutamente nada de lo que fueran a decir sobre esa maldita carrera.Durante la cena su madre empezó a hablar sobre lo importante de una carrera sólida y respetable como la que querían para él, Stanford asintió mecánicamente como si fuera un robot sintiendo una presión en el pecho, pero la ignoró rápidamente comenzando a darles la razón respecto a todo lo que mencionaban. -Sabemos que tienes potencial, hijo... solo no nos decepciones- dijo ella a la vez que su padre asentía dándole la razón, ambos sonriéndole, pero realmente solo eran sus bocas formando una sonrisa que no se veía reflejada en sus ojos, no era genuino.
Pasaron algunos días, iguales a todos los demás, se despertaba e iba a las clases de sus cursos pues obviamentesus padres no lo dejarían descansar ahora que se había graduado, terminaban las clases y regresaba a casa, la cuál estaba sola, oscura y en silencio... cuando no tenía nada más que hacer como limpiar ya que sus padres preferirían que él lo hiciera a contratar a alguien más, continuaba estudiando hasta que su vista comenzaba a cansarse y no le quedaba de otra más que acostarse mirando el techo con tal de que sus ojos no ardieran más por el sobre esfuerzo, pero terminaba siendo peor ya que se quedaba acostado mirando al techo sin pensar en algo ya que no tenía nada que pensar en verdad... solo terminaba lamentándose una y otra vez diciéndose que no valía la pena seguir ahí.
De pronto su padre lo llamó para decirle que ya había sido aceptado en una muy buena universidad, en la misma a la que él había ido y que en un par de días debía ir para hacer entrevistas, exámenes y todos los aburridos procesos que conocía de memoria, pues siempre que se inscribía en algo lo hacía solo ya que sus padres no se interesaban suficiente como para apoyarlo mínimamente siquiera con eso solo le pedían que se metiera a lo que ellos querían y punto no lo ayudaban.
-Bien me prepararé para eso- Comentó amablemente mirando a su padre en la puerta al escuchar su respuesta él la cerró y se retiró nuevamente. Era esperarse que el hijo de William Hopper fuera contador, Stanford no podía hacer otra cosa eso estaba claro, él lo tenía claro, desafortunadamente pasó cada una de las entrevistas y exámenes, aunque hubiera rezado para que cualquier cosa que pudiera salir mal saliera mal, obviamente no pasó nada y tampoco podía fingir que no paso las pruebas porque sus padres no le creerían y siendo honestos le daba miedo que lo regañaran... ahora ya estaba en su primer día caminando algo perdido hasta que llegó a lo que supone que sería su aula y entonces sintió que le impusieron una vida que no era suya una vez más.
Las aulas del departamento de contabilidad eran modernas y bien equipadas, pero para él la sensación de frialdad era difícilde dejar de sentir, no le emocionaba ni una miserable cantidad. Se sentó en las filas del medio y puso su bolso a su lado para que no se sentara nadie, no quería hablar con nadie, escuchaba como los demás discutían sobre fórmulas y leyes fiscales, Stanford no tenía el más mínimo interés en los números; para él, eran solo una serie de símbolos que representaban futuro que no deseaba.
Hasta ahora no tuvo la fuerza para decirle a sus padres que no quería hacer eso con su vida, pero temía decepcionarlos o peor, que simplemente lo dejaran de lado en las cosas sin importancia, además tenía que, aunque ni siquiera sabe lo que quería hacer cualquier cosa que escogiera fuera vista como algo tonto; tal vez solo estaba pensando demasiado pues era obvio que nunca llegaría a decirlo en voz alta. Ahora cada día, Stanford se despertaba con una sensación de vacío. Su rutina era monótona, solo iba a clases estudiaba, completaba proyectos, trabajos y toda esa tarea que le dejaban. Un día estudiando Stanford no podía más no aguantar la frustración y el estrés, entonces en búsqueda de una forma de distraerse salio de la biblioteca donde estudiaba de vez en cuando mas que todo porque no queria sentirse tan solo en casa, al salir respiró el aire fresco y se apoyo contra el barandal mirando los pisos hacia abajo restregandose la cara cansado mientras suspiraba harto de todo.
-¿Día difícil?- frunció el ceño y giro su cabeza para ver a quién sea que le estaba hablando, tapandose con un chico algo más alto que lo miraba fijamente apoyado en el barandal a su lado, no notó cuando llego hasta ahí -no te conozco... así que no debería importarte-
El chico pareció sorprendido pero al final solo sonrió mirandolo divertido, Stanford sintió que un bicho raro se le había acercado y que debería intentar escapar pero sinceramente le daba algo de curiosidad... él se veía interesante a fin de cuentas.
ESTÁS LEYENDO
Cocinando mis problemas
Teen FictionStanford esta destinado a ser lo que sus padres quieren, una simple marioneta sin opinión para hacer lo que sea que ellos le pidan, poco después decide que no puede seguir así y por una vez en su vida encuentra cosas que le dan ganas de seguir un ca...