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------------------------------------------------ Narrador: ya habían transcurrido 4 años desde que el pequeño Izuku Midoriya había despertado su Don, actualmente el joven de 16 años estába junto a su madre desayunando.
Inko: Entonces, ¿hoy es tu última vez en la escuela secundaria? [dijo ella, mirando el calendario]
Izuku: Sí y para ser sincero... me alegraría mucho dejar atrás ese lugar [diji mientras el enfado aumentó en su tono]
Izuku: Juraría que esos profesores estaban empezando a pensar en una forma de incriminarme por algo [dijo el chico mientras le daba una mordida a su pan tostado]
Narrador: Como madre, Inko quería asegurarle que no era así, pero sabía lo mucho que se habían sentido esos profesores. Los médicos le habían pedido que volviera a intervalos para ver cómo se desarrollaba su Don y si en algún caso su enfermedad volviera. Le habían explicado que tenía un aura extraña, difícil de cuantificar... algo que parecía provocar constantemente en algunos alumnos haciendo que acturaran con fiereza al verlo. Y hacía que los profesores le tuvieran miedo.
Narrador: Inko notó el aura cuando izuku tenía 14 años, un matón drogadicto había intentado asaltarlos mientras estaban de compras. Terminó orinándose en los pantalones y salió corriendo cuando Izuku de repente lo miró con una mirada algo tenebrosa.
Narrador: Según Izuku, los demás estudiantes omitiendo a sus dos amigas simplemente mantuvieron la distancia, aunque admitieron que no estaban muy seguros de por qué. Incluso los chicos que formaban una pequeña "pandilla" aprendieron a comportarse lo mejor posible cuando él estaba cerca. Con todo eso en mente, no pudo evitar preguntarse cómo resultaría el día.
Inko: Bueno, trata de no lastimar a nadie, ¿de acuerdo? [Dijo viendo a su hijo con una sonrisa]
Izuku: Sin promesas... [dijo sonriendo levemente mientras su madre se reia]
/Secundaria Aldera/
Profesor: Está bien, clase C. Normalmente estoy obligado a... [tragó saliva con dificultad cuando vio la mirada de desdén que Midoriya le dirigía. Los demás estudiantes que lo rodeaban lo esquivaban, sin duda recordando todavía el último intento que hicieron los profesores para meterlo en problemas]
Narrador: El pobre hombre todavía no podía comer alimentos sólidos, ni caminar bien, y aún no había recuperado el control de sus intestinos después de que su madre se enfrento a el. Se aclaró la garganta rápidamente y continuó.
Profesor: Normalmente, se me exige que dé un... un discurso sobre cómo elegirán el rumbo que tomarán sus vidas ahora, pero... ¡ya sabemos lo que planean hacer! [Agarró una pila de papeles de solicitud y los arrojó hacia los estudiantes]
Narrador: en eso Afortunadamente, eso pareció captar la atención de izuku entre gritos y vítores, la mayoría de ellos saltaron para coger una de las páginas que revoloteaban.
