Cristal roto

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Cada que nos amábamos lo hacíamos de modo intenso y como nadie, de eso no había duda, era algo tan único, el estar el uno con el otro viéndonos a los ojos y ver en nosotros el universo del amor que habíamos formado, todo era hermoso e intenso como un atardecer en el mejor lugar del mundo.
Sería perfecto y hermoso que no hubiéramos sido dos seres humanos, pero no podíamos negar nuestra naturaleza, el ser humano es el único ser del universo que no importa cuán valioso sea algo siempre encontrará el modo de arruinarlo.
La naturaleza humana nos hizo tener sentimientos que no pudimos guardar en nuestro corazón, las palabras a veces salían en forma de falsas promesas, otras veces salían en formas distorsionadas de maldad que los humanos traemos por naturaleza. Pero aún no importaba el cristal que habíamos puesto sobre nuestra rosa era fuerte, tal vez no estaba blindado pero era lo suficientemente fuerte para soportar los errores de traumas de nuestro pasado.
El tiempo pasó y nuestra rosa  se hizo más hermosa, más notoria, más madura; sin embargo el cristal ya estaba muy dañado, teníamos miedo de que tanto más podría soportar antes de romperse y lastimar nuestra rosa con los vidrios, no sabíamos cuánto más duraría ese cristal, solo sabíamos lo mucho que no queríamos que lastimara nuestra rosa.

Un día cometí un error muy grande, tal vez uno que jamás me voy a perdonar, en mis intentos de querer cuidar a mi ser amado quise hacerle ver que no estaba de acuerdo en el proceso que requería para cumplir un sueño, una meta personal, me preguntaba qué sucedería después... yo estaba incluida en ese sueño?, porque yo ya no era su sueño, me sentí celosa de un sueño que no me incluyera, más aún al ver lo mucho que le importaba más que yo, fui egoísta y quise evitarlo, me había acostumbrado demasiado al solo él y yo que no deje más espacio para nuestras metas y sueños personales, no deje espacio para nada más que nosotros. Esa vez, fue la primera vez que di un golpe tan fuerte de frustración que logré romper el cristal. Los vidrios volaron por el aire, mis manos sangraban por lo fuerte que había golpeado la débil protección de nuestra rosa. Al reaccionar me di cuenta que estaba recostada sola en una habitación oscura, había dormido por muchas horas, había perdido la consciencia, no recordaba nada de lo que había sucedido. Observé a mi al rededor con tranquilidad, queriendo observar algo que pudiera darme una pista de lo que había sucedido, lo único que noté es que mis manos estaban llenas de sangre seca y me dolían mucho, mi cuerpo estaba adormilado y cansado... al lado de mí al ver lo que estaba ahí me asusté y sentí un golpe en el estómago por el impacto que había tenido al ver nuestra rosa en el suelo sin su protección, había vidrios por todas partes... rápidamente la recogí le quité los trozos de vidrio que tenía incrustados en algunos pétalos y la abracé.
La rosa seguía ahí, pero él no.

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⏰ Última actualización: Sep 03 ⏰

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Te entrego mi alma porque mi vida no es posible y el corazón lo tengo rotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora