Por él

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Sango se preguntó una vez más por qué viajaba con su grupo. No había ninguna razón por la que no pudiera intentar encontrar otra aldea de exterminadores. Había algunas que debían recorrer unas semanas hacia el oeste. Sabía que podría lograrlo si así lo decidía.

Todas las noches se iba a dormir y pensaba que por la mañana se despediría de ellos y se iría a buscarlos.

Todas las mañanas se despertaba y veía sus mechones plateados en las copas de los árboles donde hacía de centinela durante la noche. Ambos eran iguales, guerreros de corazón.

Sabía que no podía dejarlo... a él.

Drabble - Por élWhere stories live. Discover now