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Minho llego a casa, después de hacer las compras respectivas. Apenas habia dado un paso dentro de su hogar la familiar sensación de calidez lo invadió. Seungmin corrió hacia él con una sonrisa radiante, envolviéndolo en un abrazo fuerte. "Bienvenido a casa", susurró Seungmin, mientras enterraba su rostro en el cuello de Minho y olia el delicioso perfume del mayor. Solo unos segundos después sintió los brazos de Minho rodear su cintura, era como si los días fueran más fáciles cuando él estaba cerca.

Los gatos corrieron hacia ellos, maullando insistentemente, y Seungmin rió suavemente, apartándose solo lo necesario para que Lee Know pudiera agacharse y acariciar a las pequeñas criaturas que tanto adoraba.

- Parece que tienen hambre -comentó Seungmin, tomando las bolsas de la compra que Minho aún sostenía y sacando la comida de gato para entregárselo en sus manos-. Deja que me encargue de esto. -Seungmin se dirigió a la cocina, dejando a Minho con los gatos, que se restregaban contra sus piernas.

Minho los observó por un momento, sonriendo ante su insistencia y los llamo con sus respectivas nombres para q lo siguieran y pudiera alimentarlos.

Por otro lado Seungmin nunca había sido muy hábil en la cocina. Sin decir una palabra, Minho se acercó lentamente, posicionándose justo detrás de él.

- Déjame ayudarte con eso -escucho la voz suave del mayor cerca de su oído, y como sus manos se posicionaban sobre las suyas, guiándolas con cuidado. Podia sentir el calor de las manos de Minho debajo de las suyas, y un suspiro de alivio escapó de sus labios.

- Sabes que no soy muy bueno en esto, ¿verdad? -bromeó Seungmin, inclinando la cabeza hacia un lado para mirarlo sobre su hombro. Minho sonrió, esa sonrisa cálida que siempre lograba tranquilizarlo.

- Lo sé, pero amo ver como lo intentas. -Minho se inclinó un poco más, casi descansando su barbilla en el hombro de Seungmin, mientras ambos cortaban las verduras juntos, esta vez con precisión.

Los movimientos sincronizados, el sonido del cuchillo contra la tabla de cortar, la cercanía de Minho... Todo le daba a Seungmin una sensación de seguridad y amor. Era como si nada malo pudiera ocurrir mientras Minho estuviera allí con él, guiándolo. Lo único que importaba era este momento, en el que estaban juntos, compartiendo algo tan simple y hermoso. Pero en lo más profundo de su ser, una parte de él sabía que algo no estaba bien, aunque no supiera exactamente qué.

Abrazos del mar / KnowminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora