in your sea ; sunki.

intro.

La primera vez que el océano me llevó a sus profundidades fue como un golpe pero, podía salir con facilidad sin cansarme de intentarlo. Sin embargo, el océano siguió ahogandome muchas veces más casi siempre logrando que tocara su arenoso fondo pero, de tanto intentarlo, el océano está logrando su objetivo.

Este año sus olas estuvieron más feroces y grandes que las de los años anteriores golpeando con fuerza los rompe olas que habían construido en el para que no arremetiera tan fuerte contra la playa arenosa; a pesar de todas las advertencias de los mayores jamás les hice caso, teniendo mi merecido cuando me lastimaba. De todas formas, nunca tenía suficiente y siempre volvía a intentarlo sin importar si me costaba la vida, tampoco es como si me importara tanto seguir respirando.

La última vez que monté las olas del furioso océano terminé casi muriendo en el proceso, hundido completamente, y si no hubiese sido por aquella persona no estaría, obviamente, vivo para estarlo contando. No recuerdo su nombre o su cara correctamente, solo quedan fragmentos dispersos de lo que era en mi cabeza tan costosos de recuperar. Eso sí, la historia entre él y yo seguía intacta en mis recuerdos siendo capaz de retroceder, avanzar, pausar y poner a la velocidad que me apetezca como si se tratase de una película; él realmente era y seguirá siendo el amor de mi vida, aunque el sea el causante de todas las veces que me hundí, del miedo inmenso que le tengo al mar y de esta horrible cicatriz entre mi ojo izquierdo.

Aún así con todo el terror que se encargó de inyectar en cada célula de mi cuerpo, quisiera que lo nuestro se repita, a pesar de que yo tenga una esposa y una pequeña hija de 4 años. Sé que suena terriblemente asqueroso, que no estoy pensando en el daño que le estaría haciendo a mi pequeña pero, ya no puedo vivir sin sacar esto de mi cuerpo; necesito sacarlo, al menos con ustedes que son completamente desconocidos que posiblemente me esten odiando en este instante; no se pueden ir, sin saber que pasó con el etéreo jóven de mis intactos recuerdos.

Para eso, debemos ir al comienzo de todo este error, de todo el dolor que me causó y le pude causar, del primer beso, del primer hola, del primer rubor, de la primera herida.