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CHAPTER 1

| ¿Formula 1?

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| ¿Formula 1?

— No, no tengo nada más que acotar.–Hablé secamente. Levantandome del sillón.

— Bueno Agustina, no dudes en llamarme si necesitas algo, ¿si?. –Habló la Sra. Martínez.

— Claro. Que tenga un lindo fin de semana. –Digo llegando a la puerta con ella caminando por detrás.

— Gracias Agustina, espero que tu también.–Me sonrió y sali de su oficina.

Al salir de aquel edificio me dirigí hacia el estacionamiento en donde habia dejado mi auto. Me subí, dejé el bolso en el asiento del copiloto, respiré hondo y me puse el cinturón.

Puse mi frente contra el volante en señal de fastidio por un rato, al menos hasta que mi celular empezó a sonar.

Agarré mi celular aún más con bronca y vi quién era, atendí suspirando pesadamente antes de atender.

— Hola papi. ¿Cómo estás? ¿Qué pasó? –Digo fingiendo estar entusiasmada por hablar con alguien en estos momentos.

— Hola hija, yo bien si...queria saber si querías venir a casa. Hace semanas que no te veo. – Habla el con un semblante melancólico.

Sos una muy mala hija Agustina.

¡No lo soy!, solo que estuve ocupada.

Ocupada llorandole a la Psiquiatra y a tu perro.

— Si pa. Perdona que no pasé por casa, tuve mucho trabajo. –Digo mientras me limpio un poco la cara.

— Dale hija, tu mamá me dijo que no te de un adelanto peroo la verdad no me aguanto, estamos planeando unos viajes...y queremos saber si te querés unir, vamos a ir con unos viejos amigos.– Se notaba mucho entuciasmo en su voz.

— Jajaj, bueno papi, ahora que vaya a merendar  lo hablamos. Paso por la panadería y voy. Te amoo.

— Bueno, ¡yo te amo más!. –Me corta la llamada, y enciendo el auto yendo a la panadería.

Al salir de la panadería voy a casa de mis padres.

En el camino iba pensando en aceptar su propuesta, la verdad es que últimamente todo me consumia, hasta no hacer nada me cansaba, me pesaba el cuerpo, sobre pensaba cosas estúpidas sin sentido que llevaban a imaginar situaciones malísimas, y más cosas que actualmente me hacen dudar de mi salud mental.

Es por eso que primeramente acudí a un psicólogo, pero la verdad es que no me servia, así que terminé llendo a un psiquiatra. No se que es peor la verdad, nunca entendí a la perfección su diferencia. Aunque claro está, ir a un psiquiatra es de locos.

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⏰ Última actualización: Sep 28 ⏰

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𝗖𝗔𝗧𝗔𝗥𝗦𝗜𝗦 ; Franco ColapintoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora