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Puede oír voces alrededor suyo. No debe sobre pensar, pero le es inevitable no creer que se ríen o burlan de ellos. Sabe que ambos no son el centro del universo, que todos viven en su propio mundo y con preocupaciones; pero la sociedad desde hace mucho tiempo les había dejado con un mal sabor de boca.
Aprieta su agarre en la de su pareja, quiere mostrarse fuerte y seguro para él. Sin embargo, parecía no estar haciéndolo bien. Siente como su acompañante se detiene, mientras le da un pequeño tirón a su brazo para que también se detenga.
—Takemichi.
La suave voz de su novio hace que el nombrado dé la vuelta hacia atrás levemente, encontrándose con esos ojos verdes que muestran preocupación.
—Perdóname, Fuyu. Estaba pensando en algo, no me di cuenta que estaba caminando demasiado rápido. ¿Quieres descansar? Podemos parar si gustas.
Takemichi muestra preocupación por su pareja, buscando algún sitio donde pueda sentarse con su amado, aunque están en medio de la acera con gente alrededor aglomerándose al ser la hora y pico.
Chifuyu niega con la cabeza, mientras trata de hacerle entender a Takemichi que pueden seguir avanzando.
—Estoy bien. Simplemente te vi muy serio, y pensativo. Estabas dejando salir tus feromonas.
Takemichi mira sorprendido a su novio; no se dio cuenta de ello. Tener tantas cosas en mente lo afectan. Especialmente la preocupación por su pareja. Chifuyu no se había sentido bien de salud últimamente, por lo cual hoy van a un chequeo médico.
—Todo saldrá bien. Seguramente solo sea algo que tenga que ver con mi celo. Creo que tomé pastillas de más la última vez. —Chifuyu trata de darle una explicación a sus malestares recientes. También está preocupado de sí mismo, pero no por eso lo demostraría. Sabe que su querido novio entra en pánico cuando se trata de él. Así que intenta no causar más angustias.—No pienses más ¿sí? Solo vayamos, sabes que no me gustan muchos los doctores y las clínicas, así que entre más rápido lleguemos más rápido nos iremos.
No funciona así, ambos chicos lo saben, pero es mejor que llenarse de pensamientos negativos. Takemichi asiente, más calmado y relajado. Toma la mano de su novio enlazándolo con el suyo, para después ambos caminar hacia la clínica. Todo ante algunas miradas curiosas de las personas que pasaban a su lado; pronto esas son miradas reprobatorias. La pareja ignora lo que los demás extraños podrían pensar; están felices los dos; disfrutando de este día libre para ellos. Ser juzgado por gente desconocida era algo normal, y ahora sólo le dan la importancia necesaria.
Llegan en menos de los que esperaban a la dichosa clínica, pasan a informarle a una enfermera sobre su cita. Toman asiento ambos cansados; no habían venido en su motocicleta, decidieron que caminar les vendría bien.
Hablan un poco sobre cómo les fue en la semana, en sus respectivos trabajos, también sobre sus amigos y algunos chismes que se han enterado gracias a ellos; así los dos no se aburren, mientras esperan el llamado del doctor. No tarda mucho, y pronto el Dr. Yoshida los llama. Es un médico con el cual tienen mucha confianza, es el único que hasta ahora, los trata con respeto y profesionalismo.
