Una historia corta de boys love, Yaoi, o como quieras llamarla, enemies to lovers y una relación entre dos chicos en el que el respeto no es primordial, ¿Qué pensarías si te dijera que es el típico cliché de "los polos opuestos se atraen"? Siendo qu...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Capitulo 01.
N.O:
¡Ding-dong! Resonó por toda la casa por tercera vez. ¡Ding-dong!¡Ding-dong!¡Ding-dong! Una y otra vez resonó, hasta que un pequeño de 7 años con un rostro cansado, el cual flotando su carita, miró con ojos entrecerrados a la puerta, desde arriba de las escaleras del segundo piso.
'¿Porqué hacen tanto alboroto?' Pensó, a regañadientes. 'Apenas son las 7am, quiero seguir durmiendo en mi camita...' El niño puso un puchero triste.
– ¡¿Hay alguien en casa?! ¡Holaaa!– Se escuchó la voz de un niño, se podía escuchar su voz temblorosa por el frío.
'Espero que sea importante, sino le cerraré la puerta en la cara.' Lenta, pero decididamente, comenzó a bajar las escaleras, agarrándose del barandal. Llegó hasta la puerta y cuando la abrió, un puño cayó en su cabeza.
– ¡Oh!– Exclamó el chico de afuera, de inmediato, el niño de 7 comenzó a llorar. – ¡Lo siento mucho, niño!– Se acercó mucho al otro para poder acariciar su nuca.
– ¡E-eres un ton-to! ¡Waaa!– Se alejó del otro, tapándose ambos ojitos.
– ¡Oye! ¡¿Cómo iba a saber que me abrirías así de rápido la puerta?! ¡El tonto eres tú!– Le miró con indignación al niño, y se cruzó de brazos.
– ¡T-tú eres el ton-to! ¿¡Q-quién!?– Inhaló profundo y exhaló lentamente para calmarse y poder a hablar mejor. – ¿¡Quién es el tonto que viene a molestar a las 7 de la mañana!?– Pasó sus antebrazos por sus mejillas para secarse las lágrimas, y mirarlo con el seño fruncido.
– ¿Qué? Qué tú no te levantes temprano no es mi problema, además no te estoy buscando a tí para que lo sepas.– Este también frunció el seño, frustrado y sintiéndose triste por la actitud del otro.
– Claro que me levanto temprano, pero no lo hago los fines de semana, y no molesto a los demás un sábado que es para dormir hasta muy tarde.– Rodó los ojos con fastidio.
– ¿Franchesco, porqué gritas tanto?– Un chico pelirrojo apareció por detrás, flotando sus ojos con la mano derecha, dando un gran bostezo adormilado.
– ¡Luan!– Apenas el chico frente a Franchesco vió al pelirrojo, esquivó a este y se tiró con emoción a los brazos del otro, abrazándolo tan fuerte que Luan no sentía el aire.
– ¡Jimmy! A mí también me alegra verte, pero... Me estás asfixiando, amigo...– Jimmy se alejó de él apenado. – ¡Oye, Fran, cierra la puerta! Hace mucho frío.– Este solamente estaba mirando la escena que habían creado estos dos, mirando al pelinegro con mala cara.
Aún así, hizo caso y cerró la puerta. Volvió a dar media vuelta para seguir observando al chico.
– Fran, si quieres puedes ir a dormir un poco más... Yo me encargo del invitado.– Luan le regaló una sonrisa amable.
