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El alfa golpeaba rudamente la bolsa que adornaba su espacioso gimnasio, el cual utilizaba para entrenar tranquilo y sin que nadie lo moleste.

Mientras que el Omega recién se levantaba ya que había pasado la noche con el Alfa y al oír los golpes en la bolsa, supuso que estaba entrenando así que fue a verlo.

- Buenos días Alfa -embobado con el Alfa ya que solo llevaba un pantalón corto-

- Buenos días mí dulce Omega -sonrie- ¿Que? ¿Te gusta lo que ves?

- E-Eh...-desvia la mirada apenado-

- Me encanta ponerte nervioso -lo toma de la cintura y lo apega a el uniendo sus labios- ¿Dormiste bien?

- Si -sonrie leve- ¿Y tu? ¿Ya desayunaste?

- Aún no, te estaba esperando -acaricia su mejilla-

- Bien, te haré el desayuno y uno muy rico -sonrie- termina de entrenar, te llamaré cuando esté listo el desayuno

- Perfecto -sonrie dejando un último beso en sus labios para luego dirigirse a la bolsa-

Mientras el Omega preparaba el desayuno, Bangchan se dio una ducha rápida y cuando se estaba terminando de arreglar, las ventanas de la sala se partieron en mil pedazos, el ruido alertó al Alfa que corrió en busca de su Omega mientras alertaba a sus hombres.

- ¡Minho! ¡¿Donde estas?! -toma su arma-

- ¡Chan! ¡¿Que está pasando?! -abraza al Alfa con miedo-

- Tranquilo -lo cubre con su cuerpo- ten, ve al cuarto y cierra todo con seguro -le entrega su arma- no salgas hasta que yo te lo diga, por favor

- N-No, ven conmigo por favor -suplica con miedo-

- No puedo ir contigo cielo, debo encargarme de esto, ve al cuarto ¿Si? Te prometo que pronto estaré contigo -deja un suave beso en su frente- te amo

- Y-Y yo a ti -siente sus ojos húmedos para luego irse al cuarto-

- ¡Jefe! ¡Dos grupos de 7 personas rodearon la casa! -serio- logramos retener a un grupo, pero los otros grupos están escondidos, esperando el momento indicado para atacar

- Protejan la casa lo mejor posible, no permitan que entren -serio- recuerden que la prioridad ya no soy yo, la prioridad ahora es mí Omega y si el sale lastimado, saben de lo que soy capaz

- ¡Si señor! -hace una reverencia y se va-

Mientras Bangchan se encargaba de asegurar toda la casa, Minho estaba sobre la cama, sintiendo su cuerpo temblar mientras tenía el arma en mano, hasta que la puerta fue prácticamente derribada.

- Mira nada más, un bonito Omega en la casa del imbécil -se acerca a mh-

- A-Alejate -le apunta con el arma- ¡Vete!

-en un rápido movimiento, el alfa le saca el arma al Omega, subiéndose sobre el- ¡Vamos! ¡Vuelve a amenazarme con el arma! ¡Hazlo! -gruñe-

- P-Por favor no -suplica con lágrimas-

- ¡Sueltalo ahora! -gruñe desde la puerta-

- Mí queridísimo Banhg -sonrie de manera burlona levantándose y tomando a mh como rehen-

- Park, sueltalo, el no tiene nada que ver con todo esto -serio-

- Lo sé, pero se perfectamente que si acabo con el, acabo contigo -sonrie-

- Lo tocas y te mato, ¡Te mato Park! -gruñe-

- Bien, pero al menos habré cumplido lo que más deseé, que era verte sufrir -apunta en la cabeza con el arma a mh-

Ese Alfa es mío Donde viven las historias. Descúbrelo ahora