12 de Enero del 2019Sentada en la terraza de mi apartamento contemplando la vista me debato entre sí hacer la dichosa llamada o no, estoy en una lucha interna sobre todo porque a la persona que tengo que llamar no tenemos una buena relación. Pero por obvias razones necesito una explicación de qué pasó hace dos días y del porqué nos está haciendo ir a Londres, bueno de porque me está haciendo ir a Londres.
El nombre de Emilia se ve en la pantalla de mi celular, lo contempló y presionó el botón de llamada.
Al cuarto toda la llamada es contestada, me llevo el celular a la oreja.
— Hola...
— Me preguntaba porque te estabas tardando en llamarme.
— Ya sabes, estoy ocupada en los ensayos, tengo un concierto por si Luigi no te había informado de eso...
Puedo escuchar su respiración pausada al otro lado de la línea y aprieto la mandíbula al escuchar otra voz en la llamada.
— ¿interrumpo?— preguntó apretando los dientes.
— No, cariño, tú nunca interrumpes y Luigi me avisa todo, casi siempre— dice con voz juguetona.
Ruedo los ojos al escuchar lo que le dice la otra voz.
— Si estás con una de tus tantas aventuras puedo llamarte otro día, solo quería decirte que no pienso ir a Londres solo para verte la cara.
— ¿no crees que merezco una explicación? Mejor dicho, ¿no crees que tu padre merece una explicación? Estuvo en vela toda la noche cuando le conté lo sucedido, lo mínimo que puedes hacer como buena hija que eres— suelta una risa— es hablar con él, en persona...
— No uses tu tono sarcástico conmigo Emilia no se te da bien, ya lo llamaré en algún momento, ahora sé más disimulada y dile al imbécil que tienes a lado que se largue porque hasta acá puedo escuchar las succiones que te está dando en el cuello...— suelto tajante.
— eres una malcriada— murmura algo bajito y al segundo escuchó un bufido de alguien— ya se fue, ¿para que me llamabas exactamente?
— Créeme para escuchar tu voz no es, dile a papá que estoy bien y que pronto lo llamaré y con respecto a ti...no vuelvas a poner entre la espada y la pared a Luigi, no eres nadie para exigirle algo con respecto a mí o lo que hago o no. Mantente ocupada con tus amantes y que papá no te descubra— antes de que me pueda responder cuelgo la llamada.
Sacó un cigarrillo de mi bolsillo y lo enciendo, por razones como estas es que detesto hablar con Emilia su sola mención me irrita más de lo que me gustaría admitir.
Expulsó el humo por la nariz con más fuerza de la que debería.
Debería de estar tranquila y con la mente en el concierto de hoy, sin embargo, el mensaje de Luigi, la conversación con Emilia y las succiones que escuché son todo lo que se reproduce en mi mente una y otra y otra vez. ¿Cómo se le ocurre a Emilia chantajear a Luigi? Ha hecho muchas cosas a lo largo de mi carrera, sea meterse en mi vida privada como en la profesional, siempre busca meterse, pero llamar a Luigi para darle un ultimátum y decirle que me lleve a Londres sobrepasa mis límites. Ya no tengo dieciséis años, ya no puede hacer con mi vida lo que se le venga en gana, soy una mujer de veintiséis años que sí puede que mi vida esté siendo un asco en este momento pero ella no debería de meterse.
Nunca entenderé como papá pudo elegir a alguien como ella como compañera de vida, a alguien que lo engaña en sus narices, que le roba, papá no es tonto pero cuando se trata de ella se comporta como una persona tonta y poco racional. Amo a mi padre más de lo que me gustaría admitirlo, es uno de los pilares fundamentales en mi vida, gracias a él yo y mi hermano salimos de ese lugar, por otro lado está Emilia que solo ve por ella misma, que solo nos quería por una sola cosa, pensar que llegue a sentir cierto afecto hacia ella me repugna en este momento.
ESTÁS LEYENDO
Hasta la última melodía.
Подростковая литератураUn casamiento inesperado, una unión repentina, una confesión del pasado, y unas copas de más harán que Nike y Max tengan que fingir el matrimonio perfecto que no son y fingir que llevan tiempo conociéndose. Las relaciones fingidas, las palabras de a...