-Chicos acerquence!- Ordenó él.
Los jóvenes se acercan; enseguida el castaño de ojos claros siendo apuntado por el dedo de mi padre, al detenerse.
-Eh tú; tres metros de distancia de la niña.- Ordenó al joven castaño que frunce su ceño al retroceder y observar.
-Bien, chicos; recuerdan el deseo que su madre nos mencionó en su cumpleaños; en este!- Específico al ver a sus gemelos.
-¿Una niña?- Pregunto Ariel atento.
-¿Cómo lo saben?- Pregunto mi padre.
-La semana pasada estabas bebiendo, lo gritabas mientras mi madre le decía que era un secreto!- Relato uno de los dos.
-¿Yo hice eso?- Pregunto confuso, su amada lo observa con pequeña molestia al revelar antes de tiempo el secreto; posando sus manos en su cintura al negar y dibujar una diminuta sonrisa.
-Si... Lo hiciste!- Relatan los gemelos.
-Eres un chismoso cuando bebes, por eso no te digo las cosas cuando estás ebrio.- Musito la peliroja al ver a su marido con una divertida y leve sonrisa.
-Bueno.... ahora es mas fácil; y como saben tragimos a su hermana, es menor que ustedes, por eso deben de cuidar de su hermana.- Mencionó mi padre al llevar su tatauda mano a mi cabello al acariciar aquel, tan solo baje un poco mi mirada al observar a los gemelos; aquellos que me observan con atención.
Uno de estos regresando su mirada hacía mi padre. -¿Cuantos años tiene?-
-Quince!- Musitó orgulloso mi padre.
-¡Quince!- Repiten los gemelos algo preocupados por la edad que se dijo.
-¿Que Ocurre?- Pregunto mi padre.
-Es que....- Ariel rasca su nuca.
-En muchas ocasiones hemos escuchados a nosotras tías sobre un tema de la familia que luce como dice mi tía Megan, ....una maldición de las mujeres Jeon.- Musitó preocupado Alex al verlo.
Mi padre cubre con sus manos mis orejas al intentar apagar mi audición ante el parecer delicado tema; observando a sus hijos con impresión. -Silencio, van asustar a la niña; además sobre eso.... Se puede asegurar que Megan rompió con esa maldición; por ello ya no hay de que preocuparse, todo a marchado bien.-
Aquellos vuelven a rascar su nuca; aquel joven castaño cruza sus brazos al observar a los gemelos, regresando su mirada hacía mí; tan solo desvíe la mía, bajando un poco aquella ante el extraño momento, la peliroja se acercó a mi lado.
-Bien; chicos ella es Naya. espero que se lleven muy bien porque serán hermanos a partir de ahora; por favor chicos.... dejen el desorden.- Ordenó la peliroja.
-Creo que.... no sé notaría que fuera adoptada....- Musitó uno de los gemelos.
Mi padre lo observa con atención ante las posibles palabras de aquel joven al verme. -¿Porque lo dices? Ariel.-
-Porque la neta.... se parece un buen a usted.- Alex me observa a la par que a mi padre, con el que cruzaría confusas miradas ante la comparación; regresando la misma hacía los gemelos.
Nege con mi cabeza al devolver por un segundo mi mirada hacía mí padre; mi madre nos observa con la misma atención que sus hijos, notando aquella coincidencia al parecido. -Cierto; no lo había notado; es como ver tu imagen en una versión más pequeña y femenina.-
Una vez más, cruzando la misma mirada confusa que ambos compartimos, cada uno en busca de la igualdad o parecido del otro, regresando aún sin comprender aquella mirada hacía los individuos prensentes; fruncí un poco mi ceño al bajar mi mirada con nerviosismo, aquel mafioso tansolo mantiene su ceño algo fruncido. -Solo por tener los ojos azules, un cabello castaño como el mío, ¿Somos iguales?.... ¿Que les ocurre? aunque es igual de hermosa que yo, eso es más un orgullo, tener a una hija igual de bella.-
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EL SILENCIO DE NAYA.
RandomLa vida no ha sido justa conmigo, recuerdo que desde que estuve aquí encerrada, siempre pediría una familia que realmente me amara; después de quince años, aquella pareja, finalmente me había descubierto, sin saber.... la vida tan icónica que me esp...