Enigma.

I

-¿Extrañas mi presencia?
¿Porque lo haría?-
-Porque eres mi amigo, ¿No?
...-

Masky:

Entre los humos del cigarro me perdía; cuál niño en un parque sin supervisión, pues aquello que aborrezco me seguía cual blasfemia a los mortales... Y mis labios cansados, sangraban al morderlos una vez más. Pues, convengo que, he de odiarlo.. he de maldecirlo; tan cobarde aquel hombre de actitud insoportable, ya que su presencia no se ha visto en lugar alguno. Más, no lo extraño. Entonces, pesado es el día... La hórrida incertidumbre, el ruido constante; no mostraban piedad conmigo, e irritado me allé. Cuidar de un niño al igual que, cuidar de un enorme lugar ¿Acaso esto es una terrible tortura por mí trabajo constante? Igualmente, no tenía opción alguna. Pero después, fruncí los labios y coloqué mi máscara sobre mi rostro, había terminado de consumir el 5° cigarro de la mañana, al igual que una de las múltiples tareas que aquejan mi tranquilidad... Y mis pies avanzaron sobre la humedad de la tierra, ofrecida por el sereno. Mi cara mostró disgusto una vez más, inclusive, el olor que me era otorgada por la naturaleza, parecía asquear mi organismo... He de aborrecer completamente esos días llenos de lluvia... Más cuando el otoño estaba llamando a la puerta, con una insistencia tal, similar a Rogers. Ambos tienen tanto parecido, pero que dolor de cabeza.
Siendo así, mis pensamientos una maldición; unas gotas débiles calleron sobre mi máscara. No me había atrevido a ver el cielo, pensando en que sería una perdida de tiempo, ahora puedo arrepentirme... El agua se volvió excesiva, a tal punto en la que mi ropa, empezó a humedecerse.. muy apenas podía escuchar algún otro sonido que no fueran mis pasos y las estocadas al piso de aquel líquido. Era como si estuviera atrapado o como si mis sentidos fueran cegados a propósito... Una vez más, maldije.

──¡Oye, hey, niño!── Entre- cerré los ojos, dudoso de aquella voz. Era imposible que Turistas estuvieran aquí tan temprano. Inclusive si fuera así, todos ellos hubieran sido asesinados antes de pisar más allá de la entrada de este bosque. Fruncí los labios y con cuidado retire mi máscara... Aunque sentía las gotas de lluvia sobre mi rostro, no hice nada por detener mis acciones, si quiera, mi andar. Solo trataba de no lucir demaciado sospechoso, ya que el humor me ha abandonado y no creo soportar preguntas en estos momentos. ──¿Haz perdido a tú guía?── Lo que menos quería que me hicieran, lo hicieron. Ugh; me giré sobre mis pies y alcance a mirarlo a los ojos. Parecía realmente estar preocupado, me límite solo a sonreír con falsedad ──En lo absoluto, gracias── Retomé mi andar, sin escuchar una palabra más de aquel hombre que aparentaba gran mentira. Pensaba en matarlo yo mismo, ya que los demás ─ Supongo ─ no pudieron hacerlo... Algo raro está pasando. Entonces, con lentitud me dirigí hacía la entrada, percatandome de fuertes sonidos de todo tipo: gritos, risas, llantos, conversaciones e incluso motores de vehículos. ──Mierda── Son más personas de las que imaginé. Peor aún... Se han apropiado de más terreno del que se ha visto. Nadie, absolutamente nadie se había atrevido a hacer tal blasfemia ¿El gobierno está detrás de esto? Si es así, ¿Porque? Han pasado muchos años en los que no se habían entrometido, ¿y ahora lo hacen? ¿Que tipo de broma es esta? ──Masky ¿Estás ahí? cambio── Mi walkie talkie sonaba desde el bolsillo de mi pantalón, pero ni siquiera tenía ganas de responder a esos estupidos llamados ¿Si quiera ya le han avisado a Slenderman de esto? Dudo que no sepan que está ocurriendo sabiendo como está el cuchicheo aquí enfrente del lugar... Merezco estar molesto ──Masky ¡Hey! Te estoy hablando. No sé que mierda estás haciendo pero necesitamos urgentemente tú presencia, déjate de boberías y vuelve. Cambio── ¿Ahora sí se querían reunir? Que irónico.
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