¿Como puedo ser tan miserable? Nunca pienso en nada bueno... Todo lo paso... Ya nada me importa... Tampoco me importa que estemos en plena cena de Navidad. Sigo teniendo pensamientos que le darían lastima a cualquiera.
Veo todo a mi alrededor... Los mas pequeños corren despreocupados jugando a los vaqueros, un grupo de adultos se encuentra riendo y bebiendo alcohol. Y otras están en la misma mesa que yo comiendo. Como despacio un pedazo de pavo y lo masticó despacio. Me acomode las mangas, el flequillo junto con mi coleta y seguí comiendo.
Al terminar la cena, ya dando las 12:45 p.m. los niños ya estaban arriba dormidos... Yo tenia 15 así qué no le veía razón para dormir temprano. Mire y note que mi padre estaba ebrio, mi madre un tanto igual que el... Mire mi celular y no tenia ningún mensaje así qué lo volví a guardar. Luego note que mis padres estaban discutiendo.
-¡Callate mujer!
-Callate tu pedazo de mierda
-¿¡Que me has dicho!?
-¡Mierda! Así es como te he llamado
-Pues al menos yo no soy una zorra qué se acuesta con todos en el trabajo
-Tu no, pero la puta de tu secretaria ¡si!
-No me faltes al respeto ¡gata!
Se escucho un golpee y el sonido del vidrio rompiéndose... Mis ojos eran platos... Mi padre había golpeado a mi madre y ella junto con su copa de vino habían caído al suelo. Mi madre tenia unos pequeños rasguños causados por el vidrio de la copa.
Hubo espabullo después de eso, mis tíos sostenían fuertemente a mi padre mientras que mi abuela y mi tía le gritaban a mis demás tias qué fueran por el botiquí medico. Yo me pare en seco, tome mi bolsa y salí corriendo al baño. Al llegar ahi me encerre y empeze a llorar... Llore sin consuelo pensando en eso y en millones de cosas, como el posible porque de porque a mi también me llamaban zorra. Me levante las mangas y vi mis heridas y cicatrices, abrí mi bolsa y saque a mi pequeña amiga. La coloque despacio en mi brazo y la pase lentamente por mi piel con algo de fuerza... Para luego ver como corría sangre de mi brazo que me relajaba.
Pero... Deseaba desahogarme mas, el dolor que sentía por dentro era demasiado... Levante un poco mi falda y empeze a hacer cortes sobre mi piel... Estuve mucho tiempo haciendo lo mismo. Me hacia repetidas cortadas en mi brazo y en mis piernas. Mis lágrimas estaban secas y el rímel que mi abuela coloco con esmero diciendo que me veía bonita... Pero yo sabia que no era verdad, en el fondo lo se. Perfectamente lo se... Soy una posilga... La cual se desahoga de esta forma cuando no siente mas que dolor y depresión... Pero... ¿Hasta cuando esto sería suficiente para desahogarme?
