War Of Hearts-Kookv

La boda. (Parte uno).

Jeon Jungkook.

Veo una vez más el sobre que tengo en mis manos,y siento que estoy en un laberinto,uno del que no puedo salir,al menos no por ahora.

La Yakuza fue y sigue siendo un puto dolor de cabeza,pero ahora se está multiplicando ha grandes deciveles.

Toco y vuelvo ha tocar el maldito collar de sensores que antes me daba calma, pero que ahora me tiene pendiendo de un puto hilo a punto de romperse.

Lo aprieto en mi puño esperando una  respuesta,pero está no llega...

—Jungkook.—Habla Namjoon entrando ha mi oficina.

La maldita sonrisa en su rostro es clara.

—¿Qué quieres?.—Le encaró con una neutral calma.—Creí que irías a la bodega.

—¿Qué harás?.—Me cuestiona y le doy una mueca interrogativa.—Sobre la... sobre la invitación de la Yakuza.—Me responde como si yo fuera un ente divino que lee las mentes.

—Ir a la boda.—Le respondo,y la antes sonrisa que brillaba en su rostro se esfuma en cuánto las palabras salen de mi boca.

—¿Qué?.—Logra formular evitando un ligero tartamudeo.—¡Estás loco!.—Grita y se levanta de forma abrupta.—¡En el último enfrentamiento casi no sales con vida,perdiste tus recuerdos y...!

—Una invitación se responde con tu presencia,si la Yakuza se tomó la molestia de enviarme una,yo haré lo mismo asistiendo. Después de todo son miembros de la pirámide.

Namjoon comienza ha caminar por toda mi oficina,su antes calma se volvió una lluvia de...¿miedo?.

Mi sonrisa se ensancha y la quitó en cuánto el vuelve ha encararme.

—No creo que sea prudente,debe de haber una trampa detrás y no estás en condiciones,Emily está embarazada y...

—Y no creí pedir tu opinión,está es mi mafia,tu obedeces mis ordenes y no me cuestionas,no olvides tu maldito lugar.

Mis palabras le calan,Namjoon no está acostumbrado a mi desprecio,mismo que el se gano a pulso.

Más sin embargo,no es momento de entrar en detalles.

—¿Qué harás?.—Vuelve a preguntarme.—Necesitamos un plan,puedo hablar con Vladk y...

Pasó mis manos por mi cabello cansado de esta mierda.

—Haré lo que tuve que hacer desde hace  tiempo.

Una duda clara se pinta en el rostro de quién es mi segundo al mandó y digo las palabras que el quiere escuchar.

—Iré ahí y acabaré con toda la Yakuza, como debí hacerlo hace tiempo...

Lo dicho lo calma,pues no es capas de ocultar el sonoro suspiro de alivio que sale de su boca.

—Podemos...

—No.—Lo corto de inmediato.—Yo mismo planeare y llevare acabo esto,no quiero que el mismo error se repita.—Le dejo claro para que el lo intérprete como quiera.

—Te he dicho que ellos tenían ha más hombres,Emily estaba con nosotros y no podía descuidarla.—Vuelve a excusarse con la misma cantaleta que me ha repetido los últimos días.

—No quiero más palabras,ve a la bodega y encárgate de que todo el armamento empiece a moverse,en tres días volamos ha Corea...—La sola idea me quema la sangre,he aguantado lo suficiente,y es momento de poner todo en orden.

—Está vez acabaremos con ellos,te lo aseguro,y la cabeza del heredero será puesta a nuestros pies.—Mis manos se cierran en un puño ante sus palabras, pero no refutó su afirmación.