Única parte

561 82 47
                                    

"No te rompas en mil pedazos por alguien que estará perfectamente bien sin ti"

☀️

🎧: High infidelity - Taylor Swift

Eran un matrimonio feliz.

Max y Sergio Verstappen estaban casados desde hace seis años. Eran demasiado felices, un matrimonio lleno de sinceridad, confianza, amor y pasión. La mejor pareja para muchos.

Sin embargo, Sergio había notado un cambio en Max desde meses anteriores. Ya no era el mismo, no era detallista ni atento, no mostraba interés en las cosas del mexicano como antes lo hacía, bueno, había noches en las que ni siquiera regresaba a su hogar.

Ya no sabía que hacer. Había intentado hablar con su esposo, pero él simplemente evadía el tema y decía que simplemente ahora estaba más ocupado por su trabajo, pero eso no dejó tranquilo a Sergio.

Aquel día, el holandés había llegado temprano a casa, lo que le resultó extraño al mexicano.

— Checo, me iré a dar un baño. Estoy cansadísimo — dijo Max, y el mexicano solo asintió con una pequeña sonrisa en su rostro — Si quieres ahorita podemos ver una película u hornear algo. Te quiero compensar por el tiempo perdido.

Sergio se acercó a Max y plantó un beso en sus labios, mientras murmuró un "gracias". Estaba feliz, claro, pero había algo que no le cuadraba.

Max subió a ducharse, olvidando su teléfono en la isla de la cocina, en donde se encontraba Checo. Él visualizó el aparato.

"Tal vez ahí encuentres la respuesta", pensó.

No, no invadiría la privacidad de su esposo de tal forma. Sergio confiaba en Max, ¿no?

Después de pensarlo por unos momentos, no pudo resistirse, tomo el teléfono y lo desbloqueo.

Se sentía mal por indagar así el el móvil del holandés, pero sentía que esa era la única forma en la que iba a estar tranquilo.

Busco en Instagram, Facebook, WhatsApp, pero no encontró nada.

Se sintió muy estúpido por desconfiar de su esposo de tal manera, así que avergonzado, estaba a punto de dejar el celular en donde lo encontró, pero de pronto llegó una notificación del correo.

"Estoy muy emocionado por el viaje que haremos, mi amor. No puedo esperar a estar contigo. 💕
¿Ya le dijiste a tu esposo?
Atte: C. 🫶🏼"

El mexicano quedó pasmado al leer el contenido del correo.

No podía ser cierto. Max, su esposo no sería capaz de hacerle eso. Tenía que ser un error.

Sergio sentía que su mundo se derrumbaba.

Ahora todo tenía sentido. Su desinterés, su falta de presencia en la casa, la razón por la que habían dejado de hablar del futuro, de la familia que querían formar, el porqué el holandés ya no era afectuoso con él.

Perdido en sus pensamientos y con lágrimas en sus ojos, pensó que no era el momento adecuado para confrontar a su esposo, pues sabía que se lo negaría todo.

Cuando escuchó que Max se acercaba, se limpió las lágrimas y actuó como si todo estuviera bien.

— Amor, ¿no viste donde deje mi celular?

— Acá esta, Maxie — Checo contestó fingiendo una sonrisa y le dio el móvil.

El rubio tomó el teléfono, y tomó asiento a un lado del mexicano — ¿Estás bien, Checo? Tienes tus ojos rojos, amor — cuestionó, a lo que Sergio solo asintió y le respondió con un "Estoy bien, sólo tengo un poco de sueño" — ¿Quieres que pospongamos lo de la película para otro día, cariño?

Il mio sole || [cherlos]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora