Historia #3 Mi querido caballero

8 0 0
                                    

A quien este leyendo, alguna vez te hicieron sentir como si fueras algo completamente distinto a lo que todos piensan de ti?

Era temporada de invierno, en el país de Yaggdrahir, en la montaña de Ohskubra, habitaba un poderoso dragon, temido por el mundo debido a su capacidad de destruir naciones completas en tan solo un día, conocido como "El verdugo del inframundo". Era tan temido que nadie se atrevía a enfrentarlo de frente en solitario, necesitaban grandes ejércitos para hacerle frente y aún así no eran nada para aquella bestia. Excepto por un joven Caballero que, durante la temporada de invierno en su punto mas helado, mientras las montañas se encontraban nevadas, él Caballero ataco a aquel monstruo que amenazaba la vida de los pobres humanos, él Caballero vino a matarme.

El joven Caballero era fuerte físicamente, tenía un poder mágico devastador y una increíble cantidad de mana, sin mencionar que su equipamiento era de primera calidad estando realmente preparado para combatir contra mi, sin embargo no fue suficiente.

El intentaba escapar de mi, escondiéndose entre la nieve y las rocas. Yo lo buscaba aleteando mis alas y provocando fuertes vientos para que el Caballero saliera de su escondite.

Dragon - ESTOY CANSADA DE ESTE INSIGNIFICANTE JUEGO DE PERSECUCIÓN! SAL DE DONDE QUIERA QUE ESTES GUSANO!

Grite con fuerza haciendo retumbar la tierra en la que nos encontrábamos, pero el no se apareció. En un intento desesperado de escapar, el Caballero lanzo bombas a todas direcciones intentando distraerme con las explosiones, muy astuto de su parte, el ruido y luces de las explosiones haciéndome desconcentrar y entonces fue ahí que el continuo corriendo con las pocas fuerzas que tenía. Cuando las explosiones cesaron, me apresure a levantarme por los aires para alcanzarlo, repentinamente el se había detenido y por fin había dado la cara, aterrice justo frente a él, amenazante y lista para atacar. Sin embargo el no se quedo simplemente ahí, él tomo la iniciativa y ataco primero.

Caballero - "Basthaku Exopuloxion"

El Caballero, recito un encantamiento que hizo brillar su espada como si salieran chispas de la misma, haciendo que cada ataque que asestaba contra mi fuera acompañada de una explosión, la cual también lo dañaba a él. A pesar de que el golpe y la explosión eran fuertes, no me rendí y contraataque con golpes feroces, logrando hacerlo volar y chocar contra una roca. Al impactar contra la roca y caer al suelo con fuerza, este comenzó a escupir sangre, cada vez estaba más débil pero aún así lograba ponerse de pie. Lentamente me acerque a él, lo arrincone y me mantuve amenazante frente a él.

Dragon - RÍNDETE HUMANO TONTO! NO TIENES FORMA DE ESCAPAR!

Caballero - Ngh... Si voy a morir aquí, entonces al menos me asegurare de que no puedas moverte nunca más... "Helathus Mortis"

Una vez más el Caballero conjuro un hechizo sobre su espada, logrando asestar un ultimo golpe contra mi brazo izquierdo antes de caer en la helada nieve bajo sus pies, su hechizo hizo que la herida que me provoco comenzara a infectarse y pudrirse lentamente, escalando con mucho dolor sobre todo mi brazo. Me retorcí de dolor y desesperación al no poder hacer nada para detener aquel veneno que recorría lentamente mi brazo.

Dragon - MALDITO HUMANO SIN VALOR! QUE ME HAZ HECHO?!

Caballero - Te dije... Qué al menos haría que no pudieras moverte más... Morirás junto conmigo aquí en este cruel invierno, sepultado por la inmisericorde nieve que nos rodea... Nos vemos en el infierno maldita lagartija demoníaca...

El Caballero se desmayo en el momento que termino de hablar mientras me dejo pudriéndome por culpa de su hechizo. Sin embargo no podía morir ahi y mucho menos de esa forma, herida y superada por un simple humano por que tome una decisión desesperada pues era o mi brazo o mi vida. Escogí mi vida. Después de arrancar mi brazo, deteniendo la propagación de mi brazo, me acerque al Caballero, mordí y lo levante de sus vestiduras para llevarlo a mi guarida. Su piel estaba pálida y no paraba de temblar así que encendí una pequeña fogata usando mi aliento de fuego, lo acosté cerca de la misma, lo enrolle con mi cola y lo cubrí con mi ala para darle calor. No planeaba dejarlo escapar tan fácil de mi, el pagaría por lo que me había hecho. Por mi parte intente dormir, dejando que poco a poco mi herida se cerrara gracias a mis dones curativos.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 13 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

A quien este leyendo...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora