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🍱🥢 𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐓𝐖𝐄𝐋𝐕𝐄 ∘˚ •Quiero que seas mía
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Ryu Shi-Oh abrió la puerta de su apartamento, dándome espacio para entrar y así lo hice miro a mi alrededor, observo el lugar, siento que se me revuelve el estómago y me zumban las manos, probablemente porque estoy tenso
── Espera un poco aquí - advirtió Shi-Oh dejándome solo en aquella enorme y silenciosa habitación
Me senté y dejé mi bolso en una pequeña cómoda al lado del sofá y luego veo al hombre regresar con una bandeja, y frunzo el ceño cuando lo veo inclinarse y colocarla sobre la mesa de café
── ¿De verdad un postre? - pregunté, parece que tengo serios problemas con la mente sucia
── Por supuesto, ¿qué pensaste que era? - Shi-Oh se rió
──Nada - Me reí, pero me reí nerviosamente, ¿por qué soy así?
Sirvió un plato con un trozo del dulce que aún estaba tratando de identificar, probablemente ya me lo comí pero se me olvidó cómo se llamaba
──¿Qué es esto? - pregunté tomando el plato
──Bingsu - Respondió esperando que comiera
── Está bien - murmuré, ¿y si hay algo en ese caramelo?
Sonrío fuertemente y luego me llevo una cucharada del postre a la boca, y eso se siente extrañamente muy bien
── Hmm – Lo miré sorprendido ── ¡Muy bien! - comí más rápido
──Me alegro que te haya gustado - Shi-Oh sonrió
── Um, come también - Tomé una cucharada frente a la boca del hombre, sin darle tiempo, dándole de comer
Como siempre digo, si me estás envenenando, yo también te envenenaré a ti
── ¿Por qué estabas nervioso hoy por esa llamada? - Yo pregunté
──Nada no es tan simple
── Creo que necesitas saber hablar más - murmuré, jugueteando inquieta con el caramelo ── Pregunta cuando quieras algo
