05

258 44 2
                                    

________ Seymour

Miré atónita a Eun-yoo, mientras ella clavaba su mirada en ambas manos entrelazadas del chico y yo. Chan-young y Hani no son la excepción; creo que todos estaban mirándonos como si estuviéramos locos.

Sin embargo, mi acompañante  sacó un espejo qué mágicamente apareció en sus manos, para luego hablar.

— ¿Cómo es que su estilo es tan patético como su personalidad? — yo quedé parada, pero él hizo que caminara en su dirección con su mano —. Por lo menos Seymour trató de arreglarlo — abrí mi boca indignada, dispuesta a discutir sobre ello.

Pero se abrió más cuando noté que había comida en la lumbre, sin nosotros.

— ¿Comerán sin mí/nosotros? — dijimos ambos, yo los miraba con decepción, y al parecer él también.

— ¿Tú también quieres comer? — pregunto Eun-yoo sorprendida.

— Por supuesto. ¿Ibas a dejarnos fuera? — tomó una lata del piso y la aplastó, soltando mi muñeca.

— ¿Qué hiciste? — reclamé —. Es comida, no algo que puedes desperdiciar fácilmente — bufé enojada.

Aunque no me gustara el atún, era un elemento esencial en este tipo de condiciones.

Hani se paró rápidamente y se fué corriendo. Miré a Eun-yoo con una cara de: "¿Vas tú o voy yo?" A lo que hizo un ademán de que fuera.

Caminé rápido hasta encontrar a la chica desaparecida vomitando. Sobé su espalda y tome el cabello que le estorbaba para que se le facilitara el trabajo. Cuando finalmente terminó, le dí un poco de papel y se limpió cayendo al piso.

— Adivino. ¿Las drogas? — pregunté bastante obvia —. No es bueno para ti, Hani.

— Vete, por favor — dió un suspiro pesado — ¿A dónde irás? — cuestionó cuando vió que no iba en dirección a los chicos, sino al frondoso bosque.

— Buscaré algo que te ayude.

— ¿Sabes qué buscar?

— Por supuesto — me adentré a los árboles buscando aquella planta —. Regresa con ellos, ahora vuelvo.

[...]

Miré todas las plantas que había, por suerte, he reconocido algunas, así que no será difícil conseguirlas. Todo iba bien a decir verdad, pero no duró mucho cuando logré percibir un ruido de lejos.

Los pájaros empezaron a volar en dirección contraria al ruido y parecía que el suelo se movía, o más bien, que lo hacía directamente.

— Oh, mierda — susurré al ver monstruos caminando en mi dirección.

¿Lo peor? No tenía nada para defenderme, a excepción de mi estúpidos cuchillo. Pero, ¿qué podría hacer un cuchillo con un monstruo que pueda matarme a kilómetros? Exacto, nada.

Empecé a correr en dirección contraria, al igual que los pájaros.

En cada paso que daba, había un monstruo bastante cerca, con ansias de matarme o algo así. A lo lejos logré visualizar una torre, por lo que directamente corrí hacia ella.

𝐋𝐎𝐕𝐄 ⸻ 𝐬𝐰𝐞𝐞𝐭 𝐡𝐨𝐦𝐞 𝐈𝐈 ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora