My little bunny ☆ kooktae

019

El aire fresco que ofrecía la mañana era ideal para salir a trotar un rato; El cielo despejado, no había demasiadas personas, despejarse de las dudas que se tienen en la cabeza y, además, era temprano para alcanzar luego a tomarse una buena ducha e irse al trabajo. Algo que le encantaba hacer a Jungkook.

Salir a correr por las mañanas por las calles y disfrutar de las brisas frescas del viento, sin duda era una de las mejores sensaciones para él por las mañanas, y mucho mejor al tener ciertas dudas pasando por su mente.

La noche de Halloween había provocado muchos sentimientos a la vez; entre felicidad, confusión y emoción, demasiado para tan poco tiempo.

El sonido del temporizador que había dejado activado en su celular sonó, ya debía volver a su departamento para alcanzar a bañarse.

Empezó a trotar encaminándose a su departamento mientras escuchaba música por medio de los audífonos que llevaba. No sabía si era coincidencia o el destino, pero empezó a reproducirse una de las pocas canciones de amor que había dejado en la lista de reproducción que tenía para salir a correr o caminar, siendo "Paris in the rain" de Lauv.

Y aunque había salido a trotar para despejarse, la letra de la canción no ayudaba demasiado la verdad.

Cada palabra le llevaba a una imagen mental, pequeños momentos que podrían ir de la mano con cada frase dicha en la canción.

"...Getting lost late at night, under stars. Finding love standing right where we are, your lips..."

La imagen de la noche de Halloween volvía a su mente, recordando el momento exacto donde se besó con el pelinegro.

Se sobresaltó cuando se tropezó con una piedra que estaba en el camino, perdiendo un poco el equilibrio, pero logrando volver a enderezarse a tiempo. Se detuvo de trotar, parándose en el lugar en el que había quedado, mirando a su alrededor por si alguien lo había visto casi caer, y creía que sería más gracioso para los demás si supieran que se tropezó solo por una frase de una canción.

Movió su cabeza, sacudiéndola, como si eso fuera la clave para despejarse por completo.

La canción ya iba terminando, así que empezó a trotar nuevamente, aun escuchando tranquilo la canción.

"...'Cause anywhere with you feels right. Anywhere with you feels like... Paris in the rain..."

Debian hablar claramente; Eran adultos, no iban a estar escapando uno del otro como niños que no saben sus sentimientos y corren evitando temas tan normales. Ya habían pasado por muchas relaciones, ya sabían sus metas y sus realidades, no iba a ser un juego estúpido de una noche y ya, él quería una relación seria, así que era hora de aclarar bien las cosas.

Y aunque la respuesta era clara desde un inicio, seas adulto o no, es fácil complicarse la vida uno mismo.

Al llegar a su apartamento, se metió directamente en la ducha, empezando a bañarse sin apuro al tener aun tiempo de sobra.

Cuando terminó, se vistió cómoda, pero también formalmente; Camisa blanca, unos jeans celestes y zapatos negros fue como decidió irse a trabajar esa vez, tampoco se había esmerado demasiado de si se veía bien, solo se sentía cómodo y con eso era suficiente. Por último, se secó y peinó su pelo rubio, terminando con echándose perfume por sus muñecas y cuello.

Su celular empezó a sonar. Se acercó a este, tomándolo para poder mirar quien llamaba, siendo su madre que estaba esperando que acepte la video llamada.

— ¡Hijo! —Gritó emocionada la mujer por medio de la videollamada al ser respondida.

— Buenos días, má. —Sonrió al escuchar a su madre luego de mucho tiempo, y es que sus padres y él tenían vidas distintas, estando ocupados parte del tiempo sin poder hablar con el otro.

— ¿Qué tal todo, mi niño? Te ves más emocionado que veces anteriores, ¿pasó algo que te haya alegrado? —Preguntó burlona e interesada la mujer.— ¿Algún chico que haya conquistado tu corazón?

— Mamá... —Se quejó, pero en un tono alegre, no uno molesto o algo por el estilo. Eso hizo que la mujer sonriera mucho más.

— ¿Eso es un sí? —Su tono era alegre, feliz por su hijo.— ¡Hey! Debes contarme sobre ese chico, no me hagas recurrir a Hyunwook para que me cuente, eh. —Bromeó.

— Es un apoderado del curso, su hijo está en el jardín. Se llama Kim Taehyung. —La mujer asintió e hizo un sonido parecido a un "Hm..." para que prosiguiera, pareciendo cómoda y tranquila.— Es cirujano pediátrico y por lo que lo conozco puedo decir que es un muy buen padre. —Su sonrisa no se pudo ocultar, y su madre ya le estaba gustando el chico.

— Pues ya me gusta. Espero me lo puedas presentar mañana, si es que puede, claro, que ser doctor debe ser ocupado.

Jungkook asintió, hasta que su ceño se frunció al analizar las palabras de la mujer.— ¿Cómo que mañana? —Preguntó confuso. La señora Jeon sonrió traviesa y nerviosa.

— ¿No se te va a hacer tarde, cariño? Debes dar el ejemplo, ¿Cómo un profesor va a llegar tarde a su propia clase? —Dijo lo primero que se le vino a la mente. Se suponía que le daría una sorpresa a su hijo, pero es que ella misma sabía que era malísima en eso, como también como cuando intentaba conquistar a su esposo; fue lo más estúpido ese coqueteo barato y nervioso.

— B-Bueno, sí, pero- —Fue interrumpido por su madre.

— ¡Que se te hace tarde! Te amo mucho, cariño. ¡Suerte en el trabajo! ¡Adiós! —La llamada se terminó. Jungkook miró a su alrededor como si fuera a encontrar alguna respuesta, aunque solo estaba el sonido del reloj que marcaban las siete con cuarenta minutos era lo único que se escuchaba es su apartamento.

Espera... eran las siete con cuarenta minutos, su madre no mentía, si se le estaba haciendo tarde. Tomó rápido su chaqueta y bolso, colgándolo en su hombro, guardando todo lo necesario. Se acercó a la puerta, tomando sus llaves de donde estaban colgadas, saliendo y cerrando la puerta tras de sí, encaminándose al jardín en su auto. 

En su mente ya había muchas dudas, y pocas respuestas.