Capítulo 2

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La primera hora de clases había sido un martirio, en su mente solo se repetía lo que había estado escrito en la hoja de papel que había encontrado debajo de su puerta

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La primera hora de clases había sido un martirio, en su mente solo se repetía lo que había estado escrito en la hoja de papel que había encontrado debajo de su puerta.

Los mensajes de texto que había recibido hacía semana venían a su mente de nuevo, eran la misma persona. Era seguro que lo era.

Una vez más su piel se erizó, fue bueno tener puesto un abrigo en ese instante. Sentía frío, mucho frío. Aunque ni siquiera lo hiciera.

¿Tal vez debía decirle a alguien? ¿Denunciar a la policía? Pero entonces, ¿qué harían? Solo lo interrogarían, sólo le pedirían sus datos y tal vez estarían contactándolo constantemente. Sus padres se enteran sin duda si ponía la denuncia, ellos se preocuparía muchísimo. ¿Valía la pena? No lo creía.

Solo habían sido mensajes, podría ser una broma. Un de muy mal gusto, claramente. Pero podría serlo y simplemente preocuparía a todos sin sentido. Era mejor guardárselo.

Miró a los amigos que había hecho acercarse a él. Namjoon, Yoongi y Jimin, los había conocido el primer día de clases en una materia en común que tenían con él. Luego descubrió que tenían otra materia juntos pero los viernes. Y fue suficiente esos dos días a la semana para llamarlos amigos, el trabajo en grupo y juntarse fuera de horas curriculares para terminarlo los había unido más. Tal vez Hoseok no debía llamarles amigos porque después de todo apenas tenía un mes de conocerlos, pero Hoseok era así.

—Hey. —Los tres chicos lo saludaron alegremente antes de sentarse con él en la mesa del comedor estudiantil. Tenían aperitivos que parecían acabar de comprar, probablemente habían salido antes que el de sus clases.

Envidiaba un poco que ellos estuvieran juntos en todas las materias. Él estaba y se sentía solo. Y es que a Hoseok le costaba hacer amigos, fueron ellos quienes se habían acercado a él primero. Cuando no estaban en la misma materia, estaba solo.

—Y, yo tenía razón —presumió Yoongi de pronto, luciendo muy satisfecho.

—Uy, ya empezó —suspiró Jimin girando los ojos y llevándose a la boca unas galletas.

—No empiecen se nuevo —protestó Namjoon mirándolo a ambos.

—Pero quiero que lo admita —protestó Yoongi—. Dije que tomaría fechas importantes en el examen y así fue, ¿verdad, Jimin?

—No.

—Pero-

—Si, Yoongi, si tenías razón. —Namjoon interrumpió—. Ahora cambiemos de tema.

—Quiero que Jimin lo admita... ¿Jimin?

—Eres tan molesto —dijo el rubio frunciendo el ceño, decidido a no darle la razón a Yoongi.

—Si no fuese por mí seguramente desaprobarían. Admítelo, soy un genio...

Mientras seguían discutiendo, Hoseok volvió su mirada instintivamente lejos de ellos, había tenido esa sensación de sentirse observado desde hacía unos instantes. Su curiosidad no aguantó más y decidió mirar ligeramente hacia su derecha donde estaba la entrada al comedor estudiantil. Y se paralizó de pies a cabeza cuando chocó con la mirada un hombre vestido todo de negro apoyado en una de las paredes.

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