Diario de una suicida.

Capitulo 2.

Ni yo ni ella entendiamos, ¿Por qué no murió?.
Amber despertó, estaba en un hospital, se sentía totalmemte aterrada.
¡Mierda!-Se dijo a si misma, al ver como los doctores le habían vendado la muñeca donde estaban sus cortadas.
En ese momento paso lo más inesperado, su padre estaba apunto de entrar a la habitación del hospital.Su papá por fin se armo de valor y entro lentamente.
Papá...-Le dijo Amber a aquel hombre canoso, se veía mas cansado de lo que normalmente se ve, en ambos de sus ojos se encontraban unas terribles ojeras.
¿Estas loca?- No tardo el hombre en preguntarle a Amber- Pudiste morirte, sabes con que estas jugando, ¿Acaso lo haces para llamar la atención?-Le dijo completamente furico.
Cierra la maldita boca-Amber gritó cubriendose las orejas.
Su papá se dirigió a la entrada de la habitación, que igual era la salida, hasta que...
Date por muerta-Grito el padre de Amber y bajo la cabeza.
¡Puta vida de mierda!- Gritó Amber con lagrimas en los ojos.
Ambas sabíamos que la vida era injusta, pero yo sabía algo que ella no...Los malos momentos no duran para siempre, es mejor aprovechar los buenos, porque esos tampoco duran para siempre.
Yo la podía ver, estaba tan desepcionada que podría caerme de culo y rendirme, pero por alguna razón... No lo hice.
Podía ver a su madre, no se veía preocupada, pero eso no quiere decir que no sentía el dolor, ¡Vamos! Toda madre ama a sus hijos, aunque ellos piensen que son mierda.
Amber...Era y será... La mejor persona que conocí, pero por alguna razón, ya no era la misma joven Dulce y Delicada que esperaba ser.
Solo necesitaba amor-Murmuro Amber-Al ver que su madre estaba afuera mirándola.
Su madre entró, con la vista en el pizo se acercó a Amber y sin pensarlo la abrazo.
Lo siento-Le dijo Amber a su madre, en un tono muy bajo, y las lagrimas se deslizaban por su cara-Lo siento, por ser un facaso-
La madre de Amber no lo podía creer, no era un fracaso, era la bendición mas buena que había llegado a su vida, pero por alguna razón nunca lo dijo, y no creó que lo diga...