Si Max de por sí hablaba mucho, con el alcohol bien entrado en su sangre, hablaba muchísimo más. Era hasta impresionante, Checo debía admitir, pero en este momento preciso no podía evitar encontrarlo ligeramente molesto, no porque le molestara escuchar a Max hablar, ese no era el caso, Checo amaba escuchar a Max hablar y podría hacerlo por horas, pero a decir verdad, era un poco inconveniente cuando el mexicano llevaba ya casi 20 minutos enteros esperando el momento para besarlo.
Era difícil encontrar el momento porque Max simplemente No. Cerraba. La. Boca.
Checo había dejado de prestar atención a lo que el rubio le decía desde hace un buen rato, escuchaba el ruido, pero su cerebro no procesaba las palabras, cada tanto asentía, más como memoria muscular, para indicar que estaba escuchando.
"¿Y si le planto un besote como quiera?" Checo pensó para sí mismo. "Tal vez así se calle un rato."
Era un buen plan si le preguntaban a él. Claro, no tenía nada que ver que él era quien había hecho el plan y que se estaba muriendo de ganas de besar a Max.
Así que eso hizo, con una mano acarició la mejilla del neerlandés, suavemente, haciendo al más joven detener por un segundo sus palabras, curioso de lo que Checo pretendía. "Como un gato", el mexicano pensó, antes de tomar a Max de la nuca y acercarlo a él, finalmente juntando sus labios en un beso.
Max pareció sorprendido por un momento, pero apenas reaccionó se encargó de corresponder el beso con entusiasmo. Checo sonrió contra sus labios, decidido a profundizar el beso, elevando su otra mano para acompañar y jugar con el cabello rubio en la base del cuello del neerlandés. Se lo estaba dejando crecer, qué bueno, Checo lo prefería con cabello largo. El mexicano pudo sentir sobre su cintura las manos titubeantes, inseguras sobre tocarlo, por lo que Checo decidió tener piedad y tomar esa decisión por él.
Llamenlo atrevido o lo que quieran, pero había esperado demasiado por esto. Se subió sobre las piernas de Max, dejando atrás su lugar en el sillón para plantarse sobre el regazo del menor, fue entonces que aquellas manos de tez blanca se aferraron a él, mejor dicho, sus brazos, Max los usó para rodear su torso, como en un abrazo, impidiendo cualquier distancia entre ellos, cuerpo a cuerpo, calor a calor.
A Checo se le escapó un suspiro cuando sus lenguas se encontraron, con curiosidad al principio, conociéndose, descubriéndose, curiosidad que evolucionó a pasión, hasta que el chasquido de sus labios, suspiros y respiraciones agitadas fueron llenando la habitación.Siguieron besándose hasta que sintieron los labios sutilmente entumecidos. Fue fácil para Checo notar como Max se removía ligeramente cada tanto, como se le escapaba un gemido callado cada que lo hacía, y así también notó la erección del neerlandés atrapadas en sus jeans ajustados.
A puro beso, tan lindo. Checo se rió ligeramente.
— Sigue hablando. — dijo Checo, separándose del neerlandés para mirar su expresión, su rostro sonrojado y sus párpados caídos, le tomó más de lo normal procesar las palabras de Checo.
— ¿Qué...? — respondió Max, ligeramente confundido, obligado a ladear la cabeza cuando Sergio comenzó a besar su cuello, arrancándole un suspiro.
— Lo que me estabas contando, sigue. — dijo el mexicano, sintiendo a Max temblar debajo de él al recibir sus palabras contra la piel sensible de su cuello.
— Mmm... es– ehh... — para Max era como si su mente se hubiera quedado en blanco, con la atención de Sergio era imposible volver a pensar en la historia que estaba contando antes, pero quién era él para negar la petición del mexicano. — Entonces... oh– entonces Sassy eh... corrió, no, saltó, y luego– umm...
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Sigue Hablando | Chestappen OS
FanfictionMax Verstappen • Sergio Pérez Checo amaba escuchar a Max hablar y podría hacerlo por horas, pero a decir verdad, era un poco inconveniente cuando el mexicano llevaba ya casi 20 minutos enteros esperando el momento para besarlo. Era difícil encontr...