An disfrutaba de su descanso en la cafetería tras un turno agotador. Había sido un día largo, repleto de clientes, pero finalmente había cumplido con su trabajo como mesera. Por lo general, solía aprovechar ese momento de tranquilidad para practicar su canto, pero hoy la gente había sido mayor de lo esperado. Afortunadamente, Kohane la había acompañado, y en cuanto el último cliente se marchó, ambas se acomodaron en silencio.
Kohane, sin embargo, no parecía del todo presente. Sacaba su teléfono constantemente, observando con detenimiento la pantalla de inicio, como si aguardara algo. Aquella insistencia no pasó desapercibida para An, quien, con el ceño ligeramente fruncido, no pudo evitar sentir curiosidad. Había algo diferente en su amiga, un brillo en sus ojos que antes no había notado. <<¿Qué estará esperando?>> pensó, mientras intentaba descifrar la razón de aquella felicidad contenida que apenas podía disimular.
La mente de An se llenó de preguntas, y la incertidumbre pronto fue más fuerte que su discreción. Sin poder aguantar más, se giró hacia Kohane, dispuesta a desentrañar el misterio que mantenía a su compañera tan absorta.
"¿Qué pasa?" An preguntó sencillamente, sin tener que darle tantas vueltas al asunto, al final, solo era una pregunta que no llevaría mucho responder. An esperaba, hasta que Kohane le llamó la atención y dirigió su mirada hacia An.
"Nada en especial, estoy esperando un mensaje." Dio la respuesta sencilla que quería, pero aunque conocía a Kohane demasiado bien sabía que no le estaba contando del todo la situación y la desconcentración de la chica, que hizo que An se sintiera un poco mal, no lo podía evitar, pero volvió a mirar a kohane esperanzada al darse cuenta de que kohane iba a agregar algo sobre ello.
"De Minori" kohane agregó sin rodeos, esperando que An dijera algo interesante, al fin y al cabo, no es un tema que debería de tomar tanto ¿verdad?
"Bien, ¿por qué esperas un mensaje de ella, es por algún trabajo de clases?" Audazmente y con la confianza que las chicas se tienen, An preguntó sin más.
"No... es que..." Kohane pensó, desde los ojos de la chica se podía ver cómo su mente se nublaba de palabras que tenía atoradas en la garganta, pero después de todo son amigas y Kohane le contaría todo lo que pudiera a An. Pero, no bastó para hacer preocupar a la chica de al lado que esperaba por su respuesta, ella sabía muy bien que algo tenía que decirle ahora mismo, y antes de que An abriera la boca para decir algo, Kohane habló para terminar lo que no había terminado.
"N-no estoy esperando un mensaje en particular..." murmuró Kohane, mientras jugaba nerviosamente con sus manos y evitaba mirar a An. Sus ojos se enfocaban en su falda, y una gota de sudor resbaló por su mejilla. No quería encontrarse con la mirada de An, que la observaba expectante, esperando que terminara la frase que había dejado en el aire. "Lo que pasa es que... a mí me gusta Minori, y quiero empezar a hablar más seguido con ella..." confesó finalmente, con una voz temblorosa, mientras su ansiedad aumentaba ante el silencio de su compañera.
An se quedó inmóvil, sorprendida y desconcertada por la revelación de Kohane. Una punzada profunda le atravesó el pecho, y el estómago le dolió por el torbellino de emociones que la sacudió. Ese viejo sentimiento, uno que nunca había logrado comprender del todo, volvió a surgir con fuerza. No podía ignorar el hecho de que alguna vez había sentido algo más que amistad por Kohane, y en su mente siempre había albergado la esperanza de que tal vez, solo tal vez, habría una oportunidad para hablar de esos sentimientos confusos que aún la atormentaban.
El silencio que siguió fue a la vez cómodo e insoportablemente tenso. An no sabía cómo reaccionar. Estaba confundida, y por dentro deseaba con todas sus fuerzas que aquello fuera sólo una mala broma. Los celos comenzaron a crecer en su interior, retorciéndose como un nudo en su estómago mientras trataba de encontrar una respuesta que no solo aliviará a Kohane, sino que también aliviará el acumulo de emociones que la estaban presenciando. No quería revivir aquel dolor que había experimentado una vez por culpa del amor no correspondido, y sin embargo, ahí estaba de nuevo, latiendo con intensidad.
An pensaba cada vez más que le dolía la cabeza de las emociones que estaba experimentando ahora mismo, y aunque no le gustara a Kohane del todo románticamente, podía sentir la intensidad de la ocasión que tanto quería parar. Apretó sus puños con fuerza, An tragó saliva y asintió lentamente, sin mirarla directamente.
"Eso es... genial. Me alegro por ti, mucho." An dio lo que pudo, sonrió y evitó el contacto visual.
Sabía que no estaba siendo honesta, pero no tenía fuerzas para enfrentarse a sus propios sentimientos en ese momento. Prefería dejarlo pasar y fingir que todo estaba bien, al menos por ahora. <<Al fin y al cabo, no me gusta del todo...>> An pensó, rechazando todo lo que sintió y dejar pasarlo por alto.
Kohane no parecía notar el conflicto interno de An, y eso, en cierta forma, la alivió. Pero al mismo tiempo, una parte de ella deseaba que Kohane se diera cuenta, que pudiera ver a través de esa mente y preguntar cómo se sentía realmente. Sin embargo, An sabía que no era justo. No quería meter sus sentimientos en ese momento, no cuando Kohane había confiado en ella para compartir algo tan personal.
"Espero que todo salga bien entre ustedes. De verdad." An murmuró, no tenía la energía y mente suficiente como para dar su respuesta más sincera en el momento, lo único que hizo fue dejar que sus pensamientos la atormentaran mientras Kohane solo se veía nerviosa, al saber que por fin le pudo decir algo que guardo por un tiempo.
Kohane, por su parte, se veía contenta y aliviada a la vez, no bastó como para tranquilizar una parte de An, su sonrisa y ánimo calmaron a An en cuanto la vio, pero su garganta tenia un monton de palabras atoradas que incluso se sintió asqueada de su propio sentimiento.
Pasaron los dias, y Kohane se veía más que aliviada al tener a alguien al quien contarle algo personal, se la pasaba hablando de Minori con An, y An solo actuaba feliz y positiva, como si nada estuviera ocurriendo dentro de su cabeza, pues An estaba desanimada pero estaba convencida de que no le gustaba Kohane, ¿o si? No está segura pero esperara que fuera cierto con los dolores de estómago y ansiedad que presenciaba cada que Kohane hablaba con Minori. Al principio, solo era enojo o celos, pero ahora solo está confundida y no sabe de verdad lo que siente aunque le duela muchísimo por dentro.
An respondía de la manera más positiva posible, en su interior, podía sentir las náuseas y el asco que la punza cada que hablaba Kohane, todas sus conversaciones se tornan de Minori, Minori por aquí, Minori por aca... ella a este punto estaba a punto de pedir que volvieran a la normalidad y que todo el dia no este hablando de su nuevo amor, ella estaba lastimandose mas cada que hablaba positivamente acerca de su interes romantico, parecia reemplazada, parecía que nunca podría hablar sobre sus verdaderos y confusos sentimientos a Kohane. Las oportunidades cada vez más se agotaban, y An se lastimaba aún más.
Un dia, An le estaba dando consejos a Kohane, pues estaba a punto de preguntarle a Minori si le gustaba alguien más, en el momento de mandar su respuesta desde el celular de Kohane, An deseaba con todo su ser que dijera que si, no quería ver a Kohane triste, ella sólo quería que... perdiera interés por ella.
"Un momento" An paro la conversación sin poder mas, se paro y termino su frase: "voy al baño" An troto para disimular la sensación que tenía en el estomago, llego lo más rápido que pudo, sostuvo su boca durante el trayecto y se inco para dejar salir todos esos sentimientos de disgustos que tenía.
Vomitaba, lloriqueaba y apretaba los ojos tan fuerte como podía, le dolía el estómago y no paraba de vomitar. En el momento que vomitó, An no pudo evitar saber que le gustaba Kohane, que le gustaba a alguien que sabía que no se haría nunca real su amor, la apoyaba en su relación con Minori aunque sienta todo el asco del mundo al hablar de ella..."L-lo siento, debería de haber sido yo..." An soltó en el aire dolorosamente, y vómito lloriqueando todo lo que podía.
"Ni siquiera te he dado lo que quieres" murmuro, y lloro sin más, a este punto ya había dejado de vomitar pero su boca estaba llena de líquido, no bastó para hacerla sentir aun mas asquerosa y disgustada de sí misma. Oh, pobre An...
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Should've been me
FanfictionNo hay final feliz chicos El arte de la portada es mio Mitski mentioned